No vale molinete
Amadeo es un chico tímido, inseguro, soñador, que vive en un pueblo pequeño y trabaja en un bar. No parece destacarse en nada, excepto en que la rompe jugando al metegol, nadie puede superarlo, y es por eso que la relación más estrecha que tiene en su vida es la que mantiene con esos pequeños jugadores de metal, a través de los cuales puede sentirse un campeón.
Ya de grande las cosas no han cambiado demasiado; trabaja en el mismo bar, sigue sin poder decirle a su amiga Laura que está enamorado de ella, y sigue jugando al metegol. Hasta que un día, el pueblo donde vive es amenazado por un virtuoso y egocéntrico crack del fútbol que pretende adueñarse de todo; entonces sus queridos jugadores de metegol toman vida para darle coraje y ayudarlo a recuperar el pueblo.
Amadeo y los pequeños jugadores se embarcan en una aventura en la que literalmente hacen de todo; los protagonistas corren, vuelan, montan ratas gigantescas, pasan por decenas de escenarios y paisajes, como basurales, parques de diversiones, fábricas, donde se luce un 3D maravilloso, que está a la altura de producciones como las de Pixar o Dreamworks.
Si bien el tema central de la historia -el metegol, el fútbol-, y el léxico futbolero de los personajes parecen dejar afuera de la propuesta a las nenas, la esencia de la película son temas universales que están en casi todas las buenas historias para chicos: los sueños, la valentía, la amistad, y el no dejar de lado los ideales a pesar de que una causa parezca perdida. Por eso es imposible no recordar "Luna de Avellaneda" en algunos de los diálogos motivacionales que Amadeo mantiene con el Capi, el capitán del equipo de metegol, interpretado por Pablo Rago.
La estética es impecable, aunque no demasiado innovadora, pero los personajes merecen un capitulo aparte. Es destacable la creación de los personajes, ya que los muñecos de metegol, al ser de molde, son básicamente todos iguales, sin embargo se las ingeniaron para hacer personajes, que con la misma cara y cuerpo, pudieran destacar y diferenciar su personalidad con detalles, gestos, posturas, y maneras de mover la boca, acompañados de un gran trabajo de los actores Miguel Ángel Rodríguez, Horacio Fontova, Pablo Rago, Diego Ramos, y especialmente Fabián Gianola, que compone a Beto, un jugador fanfarrón, que es notable. La musicalización es excelente, y es el broche de oro que acompaña las aventuras de Amadeo y los jugadores.
Basada en el cuento de Fontanarrosa "Memorias de un Wing Derecho", "Metegol" es una gran película de animación, con el toque de Campanella, humor accesible, costumbrista; una historia redonda, con todos los chiches necesarios para atraer al público infantil.