La vida pasa rápido y los que más conciencia tienen de este hecho son los mayores, quienes además están convencidos de que la vida en la vejez ya no es la misma que en la juventud.
Las fotos de apertura de Mi abuelo es un peligro muestran un pasado de compañerismo y amistad entre el abuelo Dick (Robert De Niro) y el nieto Jason (Zac Efron). La complicidad entre ambos parece ser el código de hierro. Pero algo pasó después de esos primeros años juntos; quizás la influencia del padre determinó la actual vida anodina de aquel niño libre y soñador.
La película arranca con el velorio de la abuela de Jason, esposa de Dick Kelly, un exintegrante de las fuerzas especiales del ejército. De entrada nomás conocemos la ocupación de Jason y su situación sentimental: es un joven abogado comprometido con la hija de su jefe, una bella mujer judía y asfixiante.
El problema se desata al otro día del sepelio, cuando el abuelo Dick quiere que Jason lo acompañe en un viaje a Florida en pleno receso primaveral. Dick quiere visitar a un viejo amigo y, de paso, despejarse. Lo que Jason no sabe es que el abuelo no es esa persona seria que parece, sino un anciano sinvergüenza, degenerado y jodón, que lo único que quiere es acostarse con una universitaria para sentir de nuevo lo que alguna vez sintió de joven.
El filme está basado en el engaño. El verdadero plan de Dick es otro. El hecho de que Jason esté por casarse con una mujer que no ama y que se dedique a una profesión que no le gusta, aterra y desmoraliza al viejo Dick. Jason es su último proyecto de redención. De lo que se trata es de “liberar al oprimido”. Es así que emprenden un viaje escandaloso, plagado de situaciones bizarras y momentos comiquísimos, que hacen tambalear el inminente casamiento de Jason.
Hay mucha química entre los dos y entre los personajes secundarios, quienes aportan la cuota de humor necesaria. Cantan, bailan, se drogan, se emborrachan, se agarran a las piñas, se enamoran.
Sin dudas el que la rompe es Zac Efron, cuyos fans lo van a disfrutar al máximo. Aquí, además, se lo ve prácticamente como Dios lo trajo al mundo.
Mi abuelo es un peligro está en sintonía con títulos como ¿Qué pasó ayer? Es una comedia verde, con chistes groseros, “olmedescos”, pero con un par de momentos súper efectivos e inteligentes, que despiertan la carcajada hasta en el más serio de la sala.