El subgénero de películas con perros recurre generalmente al golpe bajo y, si en la historia, también hay niños, las probabilidades aumentan exponencialmente. Mi amigo Enzotiene sus momentos lacrimógenos pero está está narrada a partir del punto de vista de Enzo, un golden retriever -con la voz de Kevin Costner- que rememora su vida junto a su dueño Denny -Milo Ventimilgia-, un piloto de carreras sin continuidad laboral pero con aspiraciones para llegar a la Fórmula 1.
El relato apela a la emoción desde el comienzo y presenta el mundo y las rutinas de Enzo, un can con una concepción avanzada de lo que significa ser un humano e incorpora información mientras aprende a convivir con otras personas del seno familiar. Y llega Eve -Amanda Seyfried-, la joven profesora que enamora a Denny, y pertenece a una familia adinerada que no ve con buenos ojos al pretendiente de su hija.
La familia se amplía, y el choque de costumbres y clases sociales se adueña de la historia que transita por el drama e incluye a los fieles amigos de Denny y las carreras de autos como fuente de inspiración para el perro protagonista.
"El arte de correr bajo la lluvia", el título original de la propuesta basada en la novela de Garth Stein, dice más que la traducción local de este relato dirigido con corrección por Simon Curtis, el mismo de Adiós Christopher Robin y Mi semana con Marilyn, en lo que parece ser más una película de encargo que lo separa del estilo de sus trabajos anteriores.
Sin embargo, el resultado no desentona por la eficaz vuelta de tuerca que coloca a Enzo y al automovilismo, con sus inesperadas curvas, como disparadores de los conflictos de la trama. Las lecciones aprendidas, el círculo de la vida, el amor, las pérdidas y la reencarnación, completan los tópicos de este filme que invita a llevar pañuelos!.