[REVIEW] Mi ex es un espía: Acción y ridiculez.
Lo nuevo de Mila Kunis tiene mucho de acción y poco de seriedad…
Las películas de espías se han ganado el título de serias en los últimos años. Luego de films como los que pertenecen a la saga de Bourne o las últimas entregas de James Bond, los espías perdieron una cierta magia que había en la hipérbole que las caracterizaba: el villano extra y egocéntrico, el héroe con gadgets inesperados y los autos.
En contraposición, recientemente ha surgido una seguidilla de películas que buscan sacarle un poco la seriedad y devolverle esa cualidad de cuasi fantasía que poseían en sus inicios.
En este caso, tenemos una mezcla de acción con comedia, más tirando para el lado de la comedia. En este film nos encontramos con Audrey (Mila Kunis), quien básicamente está desencantada con su vida y a quien la acaba de dejar el novio, Drew (Justin Theroux), por mensaje de texto un día antes de su cumpleaños. Es aquí donde entra Morgan (Kate McKinnon), su mejor amiga, que insiste que incendie todas las cosas de su ex y le mensajea a este lo que harán.
Una explosión en Europa, una llamada internacional y una fogata después, Audrey se encuntra en una camioneta de la CIA escuchando como su novio era en realidad un espía. Entre idas y venidas, Drew aparece en su departamento, le muestrra algo que ocultó allí y le dice que lo lleve a Viena si el muere (lo que ocurre en la escena siguiente). El resto es historia: una persona sin idea de lo que se necesita para sobrevivir en un mundo de espías, entrando de cabeza en el mismo y no sabiendo en quien confiar más allá de su mejor amiga.
La trama clásica de espías se cruza con una comedia sobre amistad y lealtad. Y, como toda comedia de Hollywood, a veces raya en lo ridículo. Pero se mantiene entretenida de principio a fin y sabe burlarse de ellos mismos de a momentos (como cuando a la asesina a sueldo le dicen que su blanco son dos norteamericanas tontas, una rubia y otra morocha, que deberían apareces en su rango de visión y, al buscarlas con la mira de su rifle, se cruza con por lo menos 3 pares que lucen igual, todas haciendo alguna estupidez).
Audrey es un personaje con el cual, en sus momentos más normales, es imposible no relacionarse: está indignada por el rompimiento por mensaje de texto, cumple 30 y siente que no logró nada y vive lidiando con las locuras de su mejor amiga. Morgan, por su parte, parece saber exactamente donde está y qué es lo que quiere, incluso en medio de un escape a lo largo de Europa mientras asesinos entrenados intentan matarlas.
El complemento a este dúo imparable de amigas lo provee principalmente Sebastian, interpretado por Sam Heughan. Como en toda película donde la frase “no confíes en nadie” se hace presente, Sebastian te deja dudando de sus intenciones una buena parte del film. Pero se vuelve alguien de quien te podés reír y encariñar a medida que se desarrolla la historia. No las opaca y no las menosprecia. No estarán entrenadas, pero le han probado que pueden estar a la altura (si la cantidad de cadáveres que dejaron atrás es un buen indicativo).
Por su parte, Drew te genera dudas de principio a fin. Toda la situación es sospechosa y no es hasta el final que podés ver su verdadera cara. Lo cuál lo envuelve en cierto velo de suspenso que es interesante de ver. Y la villana está a la altura de las ridiculeces de nuestras heroínas. Un poco un cliché, Nadedja (Ivanna Sakhno) es la encargada de asesinar a nuestras chicas y lo intenta con mucho estilo y un toque de psicopatía que le queda muy bien.
Dejando de lado las actuaciones, las locaciones son espectaculares y nos dan una vista hermosa de Europa a medida que se mueven por ciudades como Viena, Berlín y mucho más. Y no caen en lo básico: un espía en un hotel de lujo. Están huyendo y eso implica pasar desapercibido. Lo que resulta en ellos tres (Audrey, Morgan y Sebastian) compartiendo una habitación en un hostal barato con un viajante europeo gordo, barbudo y buena onda. Lo mismo aplica al vestuario: considerando que son dos actrices que normalmente destacan por su look en pantalla, especialmente Mila, esta vez son dos mujeres huyendo y no se la pasan cambiando de un fashionista outfit a otro, ni están maquilladas a la perfección de principio a fin. Están huyendo y lucen como tal.
Mi Ex es un Espía es una comedia un tanto tirada de los pelos pero con bastante humor, que se centra en dos amigas y un ex que deja bastante que desear pero logra su cometido: llevar a las chicas a su próxima gran aventura.