Dos chicas bastante tilingas recorren Europa dejando a su paso un derrotero de cadáveres, ya que la premisa de "Mi ex es un espía" es que la frivolidad femenina puede superar cualquier red de inteligencia internacional. Mila Kunis empieza el film muy triste, porque acaba de separarse de su novio, un tipo supuestamente angelical que tiene un trabajo rutinario, pero eso es hasta que aparece gente persiguiéndolo y ella recibe una estatuilla que él le pide que guarde como un tesoro y sólo entregue a la persona indicada. Así es como la protagonista y su descerebrada mejor amiga, Kate McKinnon, van escapando una y otra vez de espías y villanos extranjeros, algunos pintorescos como una asesina acróbata y sin amigas, detalle que hace que las odie especialmente.
Hay muchas, tal vez demasiadas escenas de acción si se tiene en cuenta que esto, antes que nada, es una comedia (hay una persecución con motos que está, sin embargo, bien resuelta). Y algunos gags divertidos, aunque en el medio de material más mediano y previsible.