Varias son las variables, valga la redundancia, en las que podría sostenerse este filme para lograr algún propósito de bonomía, empezando por la pareja protagónica de muy buen desempeño, pero con un desnivel exagerado entre uno y otro. Lograría aducirse en el sólo hecho que se establece en la diferencia entre personajes, uno que desde el guión y la dirección tiene más desarrollo y variables transitando por todo tipo de paso de comedia desde el más fisico hasta el absurdo, pasando por el verbal y el grotesco, que por momentos cae en lo escatológico y ahí se perjudica, asimismo hay una cuestión de performance de ambas actrices, claro. El otro punto a favor es que desde lo rítmico, a partir del montaje, no decae, no permite el aburrimiento extremo con la conjugación de algunos gags bien resueltos, otros no tanto, la mayoría pertenecen al rubro del cliché.
El problema se encuentra en que nunca se define, no se sabe si es una comedia de acción o romántica, o de espías, o si intenta ser una parodia a James Bond o Jason Bourne sin lograrlo. Del mismo modo juega con la construcción del relato a partir de los personajes que juegan a personas comunes llevadas a situaciones extraordinarias. Si es una reivindicación de lo femenino o exactamente lo contrario, tampoco hay una definición en esta variable, lo cual da cuenta de cuan a la deriva estuvo todo o que tiene que ver con la realización.
La historia tampoco es un alarde de originalidad, “Mentiras verdaderas” (1994) podría ser uno de los orígenes en tanto idea de esta producción, podría decirse que esta comedia de espías nos presenta a Audrey (Mila Kunis) que se ve involucrada en una situación de riego al enterarse que su ex pareja, ahora desaparecido, es en realidad un espía, buscado por muchas agencias de inteligencia al mismo tiempo que pot grupo de terroristas. No sólo quieren eliminarlo, pues tiene algo que todos quieren.
Desesperada, le pide ayuda a su mejor amiga Morgan (Kate McKinnon), quien la ayude a no involucrarse en ese recorrido que la llevaría al encuentro de su desparecido ex Rápidamente se darán cuenta que entre más quieran huir del problema más involucradas estarán, hasta que se meten de lleno en una misión que abarca a la CIA, M 16, podría estar el Mossad o CONTROL y simultáneamente grupos terroristas como Isis, Al Qaeda, Sendero Luminoso o KAOS. Todo da igual.
Dirigida por Susanna Fogel, y escrita junto a David Iserson, lo más flojo es el guión cuyo conflicto es muy endeble y da lugar a que todo se sostenga de la mano de las actrices, con la actuación de Mila Kunis que no sorprende, ya había mostrado su solvencia en otras producciones, pero si se lleva todos los lauros Kate McKinnon quien demuestra estar muy lejos de su propio techo en tanto actriz, claro que a diferencia del personaje de Kunis el suyo tiene menos importancia sobre el relato, pero más posibilidad de despliegue en la interpretación.
El resto de lo actores casi que cumplen, por lo cual la sola actuación no puede sostener al casi inexistente texto en tanto conflicto a desarrollar.
Por lo tanto todo se hace demasiado previsible, no aburre en demasía ni termina de cerrar como entretenimiento.