En Mi gran boda Griega 2, Ian y Toula la pareja que conocimos en la primera entrega catorce años atrás, deben lidiar ahora con una hija adolescente a punto de ingresar en el mundo de los adultos y a la vez participar de un nuevo y más bizarro casamiento familiar. Recordada como una de las más originales comedias románticas de la década pasada, esta secuela apela al elemento nostálgico y a la buena química entre la pareja protagónica, una siempre graciosa Nia Vardalos y el galán maduro John Corbette, actores solventes, creíbles que logran traspasar la pantalla. El séquito de familiares griegos que los rodean, conforman un variopinto grupo de personajes muy graciosos y queribles. Además de la semblanza sobre el amor en las distintas generaciones de la vida, el filme hace hincapié en los valores familiares y la importancia de las raíces. Una comedia sin pretensiones, sencilla, sin un argumento rebuscado que funciona y logra hacer reír y emocionar.