Mi gran noche

Crítica de Matias Seoane - Alta Peli

Mi gran Noche es la nueva película de Alex de la Iglesia (Crimen Ferpecto, Las Brujas) en la que fiel a su estilo , despliega un catálogo de personajes absurdos y humor ácido durante la grabación del show televisivo de año nuevo.

La fiesta interminable
Aún faltan meses para fin de año pero el canal de televisión ya lleva semana y media grabando el programa especial de noche vieja, demorado por una importante secuencia de errores, accidentes y problemas. Mientras afuera quinientos empleados despedidos asedian el canal y se enfrentan con la policía dificultando que nadie más pueda entrar o salir del estudio, adentro se preparan para grabar los espectáculos de los artistas invitados. Cuando una grúa aplasta a uno de los extras y nadie quiere ocupar su lugar porque creen que hay un mufa en la mesa, la producción debe traer un reemplazo desde afuera que desconozca la situación, dando pie a la entrada de José. Su ingreso desprevenido será la forma de meternos en la dinámica del grupo de alienados extras que llevan muchos días fingiendo festejar año nuevo en continuado, mientras que detrás de cámara la pareja de conductores se destripa mutuamente por el protagonismo, un icono adolescente de pocas luces es chantajeado y un cantante de cuarenta años de trayectoria maltrata cruelmente a cualquier persona que se le acerque. Los primeros minutos son frenéticos y presentan los rasgos generales del coro de personajes ridículos cuyos problemas serán los protagonistas de la película, porque Mi Gran Noche no tiene un eje claro ni una historia principal que resolver, sino mas bien una aglomeración de situaciones que suceden en el mismo sitio al mismo tiempo. Pocas de esas historias interactúan entre sí, pero entre todas se las ingenian para mostrar el contraste entre la crisis económica que sufre la gente común y las disputas banales de los grandes egos del espectáculo que están aislados en su burbuja y sólo se preocupan por quedar mejor parados ante las cámaras aunque eso implique pisotear a un colega.

José a través del espejo
Justamente por esa estructura coral, se vuelve fundamental la interpretación de los personajes para que las situaciones se vuelvan creíbles mas allá de que nada las sostenga en una misma línea. En esa función se destaca la autoparodia que hace Raphael como lo más cercano a un villano que tiene la película, acechado por un desequilibrado admirador que planea matarlo en el escenario. Un poco menos logrado está su joven competidor, un ingenuo icono adolescente que recuerda a varios pesonajes reales y que debe ser rescatado continuamente de distintos escándalos sexuales por su diminuto manager, un personaje que podría ser bastante gracioso si no intentara tan fallidamente hacerse pasar por argentino. Aunque en el trailer parece tener una participación mas importante, el jefe interpretado por Santiago Segura hace apariciones esporádicas, principalmente lidiando con los representantes de los artistas y una directora de cámara de fuerte carácter. Al meterse en un mundo extraño que es la normalidad para el resto de los presentes que ya llevan varios días enloqueciendo lentamente, José se convierte un poco en la mirada del espectador y es quien nos recuerda lo absurdo de las situaciones que ocurren a su alrededor aunque más de una vez prefiera no tener que pensar demasiado en eso porque necesita del trabajo, a diferencia de sus compañeros el mundo exterior con sus problemas reales, sigue aún muy cercano para él.

Cada personaje y cada pequeña historia sumadas en conjunto construyen una parodia del mundo del espectáculo, principalmente de los enormes egos que lo habitan y crean una especie de mundo paralelo alejado de lo que sucede en la calle. La violencia exterior contrasta con el clima de falso festejo que se vive adentro, generando una situación de encierro que en un segundo de distracción puede recordar a una película de zombies.

Conclusión
Mi Gran Noche está un escalón por debajo de otras películas del director en la que los chistes eran parte de una historia relativamente coherente, pero su caos no le impide ser cómica de todas formas ni que deslice algunas críticas sociales a fuerza de gags continuados, como suele ser también su estilo. Puede parecer menos violenta o sórdida que otras de sus producciones y en parte es así, pero a la vez también se trata de personajes mas acostumbrados a disimular su peor costado hacia el público, necesitando entonces prestar atención a los detalles para ver sus reales intenciones.