Hacer cine no es nada sencillo, eso ya lo sabemos, y lo que es peor: la situación se complica cada vez más. Ante este panorama, la directora María Victoria Menis toma una decisión: optar por una vida más tranquila sin tener que lidiar con tantos sobresaltos y obstáculos que implican filmar una película para después tener una corta pasada por algunas cuantas salas. Así la oímos confesárselo a la familia mientras los filma explicándoles que probablemente sea su último trabajo en dicho ámbito.