Un viaje para salvar a su mejor amigo
Mi mascota es un león (Mia et le lion blanc, 2018) es una película dramática y ecológica dirigida por Gilles de Maistre y co-escrita por su esposa Prune de Maistre. Protagonizada por Daniah De Villiers, el reparto se completa con Mélanie Laurent (El hombre duplicado), Ryan Mac Lennan, Langley Kirkwood, Brandon Auret, entre otros. El león del film en la vida real se llama Thor. La película fue muy bien recibida en Europa, en especial en los países de Francia, Italia y Alemania.
Compuesta por los padres John (Langley Kirkwood) y Alice (Mélanie Laurent) y los hermanos Mick (Ryan Mac Lennan) y Mía (Daniah De Villiers), la familia Owen decide mudarse de Londres a una granja de leones ubicada en Sudáfrica. En un principio este cambio a Mía no le cae para nada bien ya que la niña no tiene amigos, aparte de que los animales no le interesan. Sin embargo, en Navidad nace Charlie (Thor), una cría de león blanco que a medida que pasa el tiempo se va ganando el corazón de Mía. Una vez que Mía descubre la función real de la granja de su padre, la joven emprenderá un viaje de seis días a pie para dejar a Charlie en una zona considerada un santuario para los leones.
Filmada durante tres años para que en cámara se pudiera notar el crecimiento en tiempo real tanto de la actriz principal como del animal, la película contó con la supervisión de Kevin Richardson, conservacionista y experto en el comportamiento de leones. Sin necesitar del CGI en tiempos en los que casi todo está computarizado, Mi mascota es un león logra darnos una historia de ficción que desde lo visual se ve muy realista. No hay manera de que la relación que forjan Mía y el león no nos enternezca, siendo ésta evolución sin lugar a dudas lo mejor de la película.
A pesar de lo inverosímil que se vuelve la trama, el film cuenta con un mensaje súper importante el cual gira alrededor de la concientización sobre la problemática del negocio de cacería de leones. Esta actividad en Sudáfrica es legal, por lo que las organizaciones proteccionistas cumplen un rol fundamental así como también los “santuarios”, espacios donde está terminantemente prohibido que los cazadores disparen a los animales.
Sin mostrar de manera explícita las consecuencias de la caza indiscriminada, Mi mascota es un león contiene el balance justo entre momentos graciosos, drama e información verídica. Si sos amante de los animales, el progreso y camino de Charlie hacia una vida sin peligro humano vale mucho la pena.