El mundo puede cambiar
La situación que transitan los animales en Sudafrica es muy complicada. Más allá de la empatía que tengamos hacia éstos, como seres humanos, tenemos que tomar conciencia que nos necesitan para evitar su extinción completa. Son seres vivos, no productos. Resulta difícil enterarse del maltrato e injusticia que padecen estos increíbles seres, que considero, hacen de este mundo cada vez más artificial, un lugar más humano. El mensaje es que si una persona logra transformar su conducta codiciosa usando a los leones, todos podemos lograrlo.
En Mi mascota es un león (Mia et le Lion blanc, 2018), Mia (Daniah De Villiers) tiene once años cuando comienza una relación extraordinaria con Charlie, un león blanco nacido en la granja felina de sus padres Alice (Mélanie Laurent) y John (Langley Kirkwood) en Sudáfrica. Ambos crecen como hermanos, más allá del hermano de Mia, Mick (Ryan Mac Lennan), que es muy unido a ella. El lazo que construyen la nena y el leon es muy fuerte, son inseparables. Tres años más tarde, Charlie se convierte en un imponente león. Mia descubre el secreto oculto detrás de la granja: su padre vende leones a los "cazadores de trofeos". Mia ahora tendrá una misión: salvar a Charlie contra viento y marea, y su hermano será su mejor aliado.
Gilles de Maistre es un director y guionista francés, diría que de temple intrépido por este film, puesto que no toca un tema de taquilla, demostrando un especial interés por los derechos de los animales, despreocupado en un rédito económico y esto es muy valedero. Filmar en Africa con semejantes animales debe ser arriesgado y toda una aventura y aprendizaje para el equipo y nosotros. Claro que es un relato entretenido, las escenas de acción y suspenso están bien logradas, la música acompaña. Si bien el guion es predecible, la realidad es que los amantes de los animales no esperamos grandes giros argumentales sino disfrutar en familia de la belleza de los lugares, contemplando su magestuosidad. Y, desde ya, nutrirnos del amor que despierta en nosotros la fuerza de la relación que nace entre los protagonistas, Mia y el león Charlie. Eso se logró ampliamente, observamos el crecimiento de Mia y el de este leoncito cachorro hasta que tiene 3 años y debe irse porque representa un peligro. Además de la intensa lucha por salvarlo con el dificultoso trabajo de llegar a una Reserva para que consiga la libertad que le arrebató el hombre.
La mirada de un animal es magia pura, transforma todo lo "oscuro" que existe a nuestro alrededor en amor y pureza. La codicia y el dinero son lo opuesto a la felicidad. ¿Cómo sería el mundo sin ellos? Con toda sinceridad, no me gustaría vivir en él. Este film nos relata una maravillosa historia y además tiene la clara intención de concientizarnos y humanizarnos ya que si nuestra actitud hacia el tema no cambia de raíz, pronto los leones, por ejemplo, desaparecerán por completo.