La ópera prima de Martín Deus, “Mi Mejor Amigo”, es a primera vista, una historia sencilla. La acción tiene lugar en un pueblito de la Patagonia. Lorenzo (Ángelo Mutti Spinetta) vive con sus padres y su hermano menor. Es un adolescente tranquilo, lector, estudia guitarra clásica. Se junta a estudiar con sus compañeras y sus compañeros lo eligen último para jugar al fútbol. Un día, a su vida cotidiana se le suma la presencia de Caíto (Lautaro Rodríguez), el hijo de un amigo de la familia llegado de Buenos Aires. Las circunstancias que llevaron a Caíto hasta allí, así como su independencia, van a ser un problema para su integración a una vida familiar a la que no está acostumbrado. Eso también va a ser el principal motor de la creciente relación entre él y Lolo.
En ese nivel, la historia es tradicional, pero el director invita a algo más, jugando desde un primer momento con cierta ambigüedad. El póster promocional de la película anuncia claramente, “una historia de amistad o de amor, según cómo la mires”. El espectador decide de qué se trata. Incluso podría llegar a verse desde la etiqueta de un film “coming of age”, ese subgénero que muestra ese paso de la niñez hacia la madurez, o al menos una primera etapa de ella. Otra posible mirada ambigua se vuelca sobre los protagonistas. Desde un inicio, al conocer a Lorenzo nos empezamos a preguntar sobre su sexualidad, y es una pregunta que se mantiene durante gran parte de la historia. En el caso de Caíto, la cuestión es sobre su comportamiento en general, si su actitud independiente que roza en la inconsciencia es una forma de llamar la atención, o simplemente es su forma de ser.
Por el costado interpretativo, ambos actores protagónicos demuestran estar a la altura necesaria para reflejar el estado emocional de dos chicos pasando por esa edad y situación.
Acompañan a la construcción de la historia, en momentos relevantes hasta el final de la película, la fotografía de los paisajes patagónicos en juego con la banda sonora (a cargo de La Bersuit).
Estas decisiones a la hora de relacionar tema y estilo rindieron sus frutos para la presentación internacional de la película. En la edición de este año del Festival de Cannes “Mi Mejor Amigo” recibió el premio Écran Junior, sección destinada a obras de interés para jóvenes adolescentes (de entre 13 y 15 años), y está nominada en San Sebastián al Sebastiane Latino, recibido por aquellos filmes que mejor representen las temáticas de diversidad sexual y de género.
Sería muy bueno que el público local también acompañe esos reconocimientos y disfrute de esta mirada original sobre el amor, o la amistad, o por qué no, ambos.