Lisa Azuelos construye un entrañable relato sobre la maternidad, el síndrome del nido vacío, la fuerza creadora de la mujer, y mucho más a partir de la historia de Heloïse (la siempre efectiva Sandrine Kiberlain) una madre que se ve afligida por la partida de su hija más pequeña a Canadá. Entre flashbacks e irregularidades e imperfecciones, Azuelos avanza con una narración sólida en un film que entretiene y reflexiona.