Con una ingeniosa campaña viral cargada de interesantes trailers y spots televisivos, y también por medio de Twitter se estrenó Mi Primera Boda, la nueva comedia de Ariel Winograd, protagonizada por una pareja estelar inmejorable como la compuesta por Natalia Oreiro y Daniel Hendler.
Mi Primera Boda nos mostrará como Leonora y Adrián intentarán llevar adelante la soñada fiesta de su casamiento, aunque lamentablemente para ellos nada saldrá como lo esperaban.
Más allá de algunas situaciones cómicas que son sorteadas con zozobra, Mi Primera Boda no logra desarrollar un climax humorístico como el que prometió en sus avances en ningún pasaje del film. Hay una interesante y graciosa construcción de los personajes principales, por un lado tenemos a una mujer obsesiva, católica y hermosa y por el otro un hombre poco agraciado, judío y tacaño, aunque estos elementos son aprovechados solo en un puñado de escenas para luego volverse repetitivos ante la poca innovación en los gags.
Como comedia de enredos el film funciona en varios pasajes, pero al sostener el relato basándose solamente en la pérdida del anillo nuevamente tiende a cierta repetición en la intención de causar gracia.
Quizás el principal error en Mi Primera Boda es el poco aprovechamiento de un excelente elenco para secundar a Oreiro y Hendler en sus interpretaciones. Dentro del reparto secundario encontramos a Martín Piroyansky, Pepe Soriano, Muriel Santa Ana, Soledad Silveyra, Sebastián De Caro y Clemente Cancela, entre otros, donde solo es destacable la labor del primero, en el rol del primo del protagonista. El resto de los mencionados, y los no menocionados también, solo pasean por el film sin pena ni gloria alternando más malas que buenas. Un claro ejemplo del desaprovechamiento de los intérpretes menos principales son las secuencias protagonizadas por dos expertos en comedia teatral como Marcos Mundstock y Daniel Rabinovich (interpretando al cura y al rabino encargados de casar a la pareja) que jamás llegan a concretar un solo gag que no se vea venir a 10 kilómetros.
A diferencia del cast secundario, la pareja protagónica llevada adelante por Daniel Hendler y Natalia Oreiro si logra conformar dos personajes que generan empatía y atracción, destacando que la sola presencia de la actriz de Francia eleva al film con una luminosidad bellísima.
Realmente es una pena que Mi Primera Boda no llegue a cumplir con las expectativas que había generado, pero más allá de esto se valora el esfuerzo de que en nuestro país se intenten hacer películas de género.