Mi noble favorito
Si bien es difícil superar (o igualar) el nivel de la primera entrega referente a las aventuras de Gru y sus “secuaces”, Mi villano favorito 2 no se queda tan atrás logrando una muy buena performance a base de un entretenimiento y una espontaneidad destacables.
En esta oportunidad, nuestro protagonista se aleja de sus maléficos y originales planes para dedicarse al cuidado de las tres huerfanitas que lo ablandaron en la primer película y también a la producción de jaleas muy poco gustosas. La liga anti villanos contacta a Gru para tratar de hallar y capturar al creador de un suero de transmutación que puede ocasionar un caos en el mundo, indexándole como compañera a Lucy, con quien nuestro ex villano comenzará a involucrarse sentimentalmente.
El punto fuerte del film se aloja en el divertidísimo y acelerado ritmo que posee el relato, dejando vacante el bostezo y el aburrimiento; y el aspecto clave radica en las apariciones de los Minions, probablemente los bicharracos más simpáticos y carismáticos de las últimas cintas de animación. Los monstruitos amarillos cobran mayor participación en la proyección y compran al espectador a partir de su encantadora, graciosa y extrovertida naturalidad para desenvolverse en cada escena que les toque hacerse presentes.
Si bien resultaba más agradable ver a nuestro personaje principal como un “canalla querible”, este nuevo costado más noble no le sienta nada mal y no le hace perder toda su mística atrayente. Mi villano favorito 2 goza, además, de una musicalización fuerte y dinámica, incluyendo en una secuencia temas pegadizos como Where Them Girls At de David Guetta y Don´t Stop The Party de Pitbull.
LO MEJOR: los Minions, la animación (como siempre). Graciosa, con un ritmo impecable. Funciona en niños y adultos.
LO PEOR: la idea o trama no es de lo más original. No supera al primer film.
PUNTAJE: 7,4