Entretiene igual que el original
En el año 2010, la primera parte de este film de animación digital fue toda una sorpresa en la taquilla, y realmente hay que reconocer que cautivó a chicos de todo el planeta con su idea de volver simpático al típico villano de película de James Bond. En en este caso, de Austin Power, ya que un punto de falta de originalidad de todo el asunto es que el protagonista, Gru, se parece casi un poco demasiado al Dr Evil que protagonizó Mike Myers en las tres películas de esa saga (y las similitudes no son sólo en lo físico, sino también en los conflictos y en el estilo de muchos de los gags).
Pero, lógicamente, al no tener un nemesis heroico, el protagonista terminaba entendiendo y queriendo a los niños que al principio detesteba a más no poder (casi tanto como a sus pillos nerd-droides, que aquí reaparecen y se roban algunos de los mejores chistes del film).
En todo caso, aquí el villano es despertado de su tranquila existencia casi bonachona para su nivel por un equipo de lucha antivillanos que debe enfrentar a un tipo realmente malísimo al que no podría combatir sin la asistencia de alguien que tenga una lógica criminal parecida. Asi es que el villano favorito de otrora ahora no quiere dominar el planeta sino salvarlo de un colega peor.
El equipo técnico es el mismo, pero luego del éxito previo, aquí hay mas presupuesto y una excelente animación, además de un uso inteligente del 3D digital, que se aplica especialmente bien a los gadgets típicos del cine de espías pasado de rosca, dando lugar a gags realmente eficaces para chicos sin dejar de divertir a los adultos que los tengan que acompañar.