Mi villano favorito 2

Crítica de Flor Salto - Loco x el Cine

Amasando se ablanda a cualquier Gru.

Evidentemente los responsables detrás de los films animados tienen las garras más que afiladas en este último tiempo. No sólo por lo voraz de la competencia entre realizadores de un estudio y de otro, sino por la calidad con la que van progresando película tras película. Cuando uno creía que las ideas podían llegar a agotarse, surgen nuevas y mejores técnicas y estrategias de realización, lo cual logra que hasta las segundas partes puedan ser tan o más buenas que las primeras. Y de eso quería hablar. La facilidad con la que los animadores se agarran de aquello que a los espectadores nos gusta, hace que las ocurrencias sean cada vez más asombrosas. El ejemplo óptimo lo obtuve con Mi Villano Favorito 2 (Despicable Me 2, 2013). Gran desarrollo de los personajes, con el ojo extremadamente puesto sobre esos pequeños chizitos amarillos llamados Minions. Son miles, pero sin embargo cada uno tiene su aspecto, personalidad, ¡Y hasta nombre propio!

Carcajadas garantizadas en esta secuela de la historia en la que los parámetros normales se dieron vuelta y quedaron cabeza para abajo. El protagonista no es el héroe, sino el villano. Ese villano se llama Gru (voz de Steve Carell), y su maléfico plan es robarse la luna. Sin embargo, en medio de ese ambicioso proyecto que desarrolla junto a su ejército de bananitas y a su incondicional ayudante (el Dr. Nefario), tres niñitas huérfanas invaden su vida.

La segunda parte retoma un tiempo después de que el corazón de Gru fuera ablandado por esas nenas tan locas y preguntonas, como tiernas, que ahora han crecido un poco y tienen personalidades un tanto más definidas. El ex temible villano, se refugia en su chalet como buen padre de familia, jubilado de sus antiguas obligaciones… Pero extrañando ser aunque sea un poquito malo. Le llegará entonces la oportunidad, cuando conozca a Lucy, una aspirante a villana tan plagada de artimañas como él solía serlo. Pero este encuentro no es para nada casual, ya que el jefe de una corporación ‘anti villanos’ los reclutó para atrapar al responsable de crear un peligroso suero que al ser inyectado en cualquier criatura, la convierte en un violento espécimen. Gru no resistirá la tentación y regresará a las andadas, pero esta vez, como el ‘goodfella’.

Como les decía, la segunda parte mejoró la franquicia y reforzó las ya sentadas bases para un spin off de minions en 2014. Y ya era hora de que esas criaturitas de idioma indescifrable se subieran al trono de las risas y el cariño del público, tanto infantil como adulto.

Otro aspecto que siempre da un poco de miedo, es el agregado de nuevos personajes, que podrían empañar un poco la trama que solía tener el film. Sin embargo, el aditivo a Mi Villano Favorito aprueba el examen de audiencia. Lo único que se vivió en la sala de cine fue un clima de absoluto disfrute, gracias a las interminables locuras y ocurrencias de los enanitos amarillos.

El guión es cien veces mejor que el de 2010, e infinitamente superior en escenas hilarantes, en su mayoría gracias al trabajo dedicado a la explotación de ciertos personajes. La música es otro de los condimentos que se destacan, con una perlita final que no tiene desperdicio. No quiero exagerar, pero creo que es el mejor momento de la película, y eso que cada uno de esos 98 minutos de cinta son igualmente disfrutables.

@CinemaFlor