Mi Villano Favorito 3: La familia ante todo.
En 90 minutos, la tercera entrega de la saga (sin contar Minions), nos dio una historia poco desarrollada, con un gran villano al que no vemos suficiente y una película salvada por la calidad de su animación, su soundtrack y para sorpresa de muchos, los minions.
Hay algunas cosas relacionadas con Mi Villano Favorito que son innegables: en primer lugar, junto con su spinoff minions las películas son maquinas de dinero para Universal e Ilumination, ademas de los ingresos por venta de objetos con forma de minions. Por esa razon, no solo veremos Minions 2 en 2020, sino que seguramente Gru, sus hijas y su esposa Lucy volverán para una cuarta y seguramente quinta parte.
Sin embargo, desde el sorpresivo hit que resulto la primera película, la recaudación en taquilla crece, pero la calidad de las historias vienen decayendo. Con la incorporación de varios personajes nuevos con el pasaje de los films, las múltiples subtramas se entremezclan y durante los 90 minutos se siente un apuro para pasar a lo siguiente.
En Mi Villano Favorito 3, Gru (Steve Carrell) está trabajando en la Liga Anti-Villanos con su esposa Lucy (Kristen Wiig), cuando ambos son despedidos tras dejar escapar con un valioso diamante al villano Baltazar Brat (Trey Parker), un ex-actor adolescente de los 80 cuyo personaje era el villano de la serie con todos los estereotipos posibles para la década. Tras la visita de un hombre que le anuncia a Gru que tiene un hermano ansioso por conocerlo, toda la familia va a visitar a Dru Gru (también Steve Carrell), su hermano gemelo perdido.
Dru buscó a su hermano para que le enseñara sobre el negocio familiar, ser ladrón, y tras oponer una ligera resistencia, Gru decide ayudar a Dru a intentar robarse el diamante de Brat.
Comencemos por los positivos. La animación es genial, los colores y texturas captan la atención desde el primer momento. La historia de Gru y su hermano esta bien lograda, tiene giros interesantes y sus escenas son de las mas graciosas en el film, el resto son repartidas entre el tiempo que los minions pasan en prisión y la mejor parte del film, Baltazar Brat. El villano no tiene desperdicio, sus referencias, vestido, peinado y bailes ochentosos son una representación de todo lo irritante y extraño de la época. El soundtrack esta prácticamente compuesto por canciones de pop de los ’80 pasando por Madonna, A-ha y Michael Jackson, que sonaban cuand Brat estaba en escena. Además, el hecho de que uno de los creadores de South Park, Trey Parker le preste su voz al personaje debería ser suficiente justificativo para asistir a alguna de las escasas funciones subtituladas.
Por el contrario, las subtramas rodeando a la familia de Gru estaban por todos lados y algunas se sintieron inconclusas. Pero quizás el punto mas bajo sea el desgaste creativo que se siente en una historia que recicla varios recursos de películas anteriores y sigue perdiendo valiosos minutos en una película de poca duración con unas criaturas amarillas no-parlantes que tienen su propia serie de spin-offs.
En conclusión, la película es entretenida, hace reír en bastantes ocasiones, cuenta con un gran arco para el protagonista y el mejor villano de todos los films y nunca deja caer el ritmo. Si buscan una pochoclera en las vacaciones, esta definitivamente califica.