La tercera se venció
La última entrega de la saga de "Mi Villano favorito" trata sobre la nueva aventura de Gru, quien trabajará como un agente encubierto junto a su esposa. El desgaste de la historia es notorio y los "minions" quedan en un segundo plano.
El desgaste de los recursos en las sagas es uno de los principales problemas a los que se enfrentan los cineastas y guionistas a la hora de hacer las segundas y terceras partes de una historia, meramente por su éxito, cuando no existe continuación narrativa planeada desde el inicio.
Y a pesar de todo el afecto que la audiencia haya ganado por un personaje, incluso en un filme animado, ese cariño no alcanza para que una franquicia funcione, y se necesita un fuerte colchón argumentativo para sostenerlo. Desgraciadamente, esos giros muchas veces se huelen más como actos desesperados por lograr el éxito de mercado.
Uno de esos ejemplos es la tercera parte de "Mi Villano favorito", que llega hoy a las salas argentinas.
En esta ocasión, nuestro antihéroe Gru trabaja como un agente encubierto de una fuerza de seguridad junto a su ahora esposa Lucy, a quien conoció en la segunda parte. Por no capturar a Bratt, un villano que parece atrapado en la década del 80, la pareja es despedida de la fuerza. Cuando la familia comienza a vivir una vida de "civiles", aparece el hermano gemelo de Gru, llamado Dru, quien tiene la intención de hacer que vuelva a sus andanzas en el mal.
La introducción de un hermano es un signo de alarma para la franquicia, pues no supo sostener en el tiempo el desarrollo de los personajes. En la primera parte, la evolución desde malo a bueno de Gru gracias a sus hijas fue lo que le dio un sabor especial al filme animado, además de la ternura que causaban los Minions.
En la segunda, las cosas no fueron tan bien, pero los matices románticos y su consolidación como padre ayudaban a mantener las risas. En "Mi villano favorito 3", el desgaste mencionado al principio se hace visible, con Minions e hijas en poquísimas escenas, completamente desaprovechados.
Vuelo bajo
Los gags más simples y por ello los que más divierten a los chicos son los que mejor funcionan más allá de los análisis estructurales, y por eso es que tal como sucedió con otros largometrajes animados como "La era de hielo", o "Madagascar", con el correr de las secuelas fueron sesgando su audiencia al género infantil, que, vale decirlo, es al primero que apuntó, mientras los adultos son sólo un efecto colateral en este éxito global del cine sin carne y hueso.
Habrá que esperar si logra un margen de recaudación que mantenga a Gru vigente, lo que a esta altura, sabemos, será la única chance de que tengamos que esperar "Mi villano favorito 4" o que la agonía haya finalizado con esta entrega.