Estupenda animación de la mano de Universal.
Después de unas cuantas peleas cansinas entre productos Pixar-Diney- Dreamwork y el fanatismo emotivamente insuperable al que todos hemos sucumbido con la última entrega de Toy Story, cuesta mirar con buenos ojos una animación más de la mano de una distribuidora no tan dedicada a este mundillo cinematográfico. No obstante he de decir que antes de ver una 4ta entrega del ogro verde al que pocos laurearon decidimos ir por esta historia de un villano despreciable y unos pequeños personajes amarillos llamados minions con los que críticos y espectadores de otras latitudes parecían unánimes en adorar.Sabia decisión. Mi villano favorito es una historia a la que primero se agradece estar dirigida al público pequeño, no intenta ganar al adulto por medio de guiños complicados ni humor ácido que en algún punto deja de lado a los peques. Gusta de igual manera a grandes y chicos porque tiene una línea narrativa sencilla, divertida, llena de personajes graciosos y querendones. No es un film presuntuoso, va a lo simple y es efectivo en el cómo lo cuenta:
Gru (Steve Carell) es un otrora niño que no ha sido del todo valorado y sus sueños de ser astronauta han quedado un tanto truncos. Ha crecido como un hombre amargo, malvado y dedicado a la ciencia del mal junto al Dr. Nefario (Rusell Brand). Juntos planean algo casi imposible que los deje en el top de los villanos: robar la luna. Para esto primero deberán enfrentar a un nada subestimable competidor, Vector ( Jason Segel), al que tratarán de engañar utilizando a 3 adorables huerfanitas que venden golosinas de puerta en puerta.
Acá empieza lo divertido, pues para poder utilizar a estas huerfanitas sin problemas Gru deberá adoptarlas y entonces su vida comenzará a ponerse patas para arriba cuando compruebe que su corazón no es tan frío como pensaba. Quien diga que el film es previsible no está muy atento, desde el vamos sabemos lo que va a pasar y cómo terminará la historia, vamos que es un film para el público pequeño y los finales felices pesan. Lo bueno y original es comprobar con cuánta sencillez se puede igualmente divertir al público, entretener sabiamente y seducir con un cuidado armado de personajes: imposible no quedar embobados con las huerfanitas menores y no querer tener en casa un batallón de minions.
Los pequeños la pasarán de maravillas y se reirán a más no poder, los más grandes también. Es un film que no deja de lado la parte emotiva aunque sin necesidad de golpes bajos ni cursis sino con verdadero corazón, escenas que derriten porque son tiernas y humanas antetodo.
Para los que la vean en 3D, cuidado con la escena de la montaña rusa que está muy bien lograda y no se vayan rápido (porque nosotros sí lo hicimos aunque no es habitual) que dicen que al final de los créditos hay más escenas jugosas. Destacable también la banda de sonido que conjugan temas como Sweet home Alabama, Boogie fever o You should be dancing. Segunda entrega ya en pre producción y una promesa de miniseries con los minions como protagonistas, verdadero hit de esta obra.