El actor, guionista y director Javier Van de Couter (guionista de "Tumberos") ya había dirigido el mediometraje “Perro amarillo” (2005) donde en esta oportunidad se metía en la vida de cuatro personajes que se encontraban accidentalmente (Carolina, Julián, Sofía y Agustín) y se iban entrelazando; ahora el film “Mía” es su primera ópera prima y acaba de ganar el premio al mejor guión inédito en el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana (Cuba).
En esta oportunidad conoceremos a Mía, entre otros personajes, a través de Ale (Camila Sosa Villada), una travesti que trabaja como cartonera y que al recorrer las calles le da la posibilidad de observar a los demás; vive en una villa miseria conocida como La Aldea Rosa, en un descampado junto al Río de la Plata, a metros de la Ciudad Universitaria.
Un día como cualquier otro, recorriendo las calles con su carro, escucha una discusión y ve cuando un hombre (Rodrigo de la Serna), tira a la calle una caja contiene un diario íntimo y otros objetos, Ale cuando nadie la ve recoge la misma, este pertenecía a Mía, ahora ella es la encargada de contarnos a nosotros los espectadores como era Mía, sus secretos y su vida.
En su casilla Ale no sabe leer muy bien, pero dentro de sus limitaciones, a través de la escritura de Mía se mete en su vida (esta ha muerto), a tal punto que intenta entregar el mismo a Julia (Maite Lanata) su hija de unos once años pero su padre Manuel (Rodrigo de la Serna), vuelve a tirar el mismo, apenas la mira a Ale y la echa de su casa.
Ahora Ale entusiasmada como si fuera un cuento, lee constantemente este diario y también lo hacen los que habitan la Aldea Rosa (Naty Menstrual, Rodolfo Prantte, Carlos Cano y Miguel Israelevich); todos ellos están a punto de ser desalojados por las autoridades, sufren, hasta deben ejercer la prostitución y este diario pasa a ser su cable a tierra.
El relato es bastante previsible, pero esta puede ser la vida de cualquier padre que se va convirtiendo en un alma en pena, aunque no tenga problemas económicos, pero tiene uno peor el psicológico, su dolor lo adormece con el alcohol y la víctima de todo esto es una niña, que también sufre la ausencia, ambos están marcados por el sufrimiento y la impotencia.
A pesar de todos los problemas que tiene Ale, se sensibiliza por estos dos seres e intenta entablar una relación con la pequeña, aunque Manuel en un principio se opone, pero pronto Ale se mete en sus vidas y ella también pasa a vivir como en un cuento de hadas.
A través de este relato conocemos a quienes vivían en este asentamiento en 1995, y se va ficcionando en este melodrama contiene ternura, nos habla de la marginalidad, la discriminación, los prejuicios, del dolor, de la familia, de la maternidad, está presente la búsqueda de la felicidad y los sueños.
Dos actrices hacen su debut cinematográfico Camila Sosa Villada, (además es cantante) y Maite Lanata, tiene sólo 11 años es la que interpretó a una autista en “El elegido” y bien acompañadas por Rodrigo De La Serna, muy buena la música de Iván Wyszogrod (Juan y Eva; Aniceto; Alma Mía) y la fotografía de Miguel Abal (Violeta se fue a los cielos; 18-J), pero su final es convencional y algunas situaciones poco creíbles.