El arte de horrorizar
El director y escritor Ari Aster (''Hereditary'') está jodidamente enfermo de la cabeza... y lo amamos por eso! Ya con su primer largometraje mostró que iba muy en serio, y con este nuevo trabajo confirma que tiene oficio y ofrece una nueva manera de hacer terror, más psicológico, más inteligente y visceral.
Esta nueva película llamada ''Midsommar'' nos muestra la experiencia de un grupo de jóvenes que decide realizar un viaje a Suecia para participar de una festividad ancestral que se realiza sólo cada 90 años durante el solsticio de verano.
A la dinámica del film la describiría como una mezcla entre la impronta de Aster, un poco de Kubrick y otro poco de Jordan Peele.
Si me preguntan a mí, una linda mezcla sin dudas.
El fuerte de la propuesta está en el horror que expone su realismo y en la incomodidad que produce vivenciar lo que están viviendo los protagonistas. El tema del realismo lo traigo porque me parece que tanto este trabajo como ''Hereditary'', tienen una fuerte carga de verosimilitud, y si bien sus propuestas son más bien excéntricas (cultos satánicos con poderes sobrenaturales), siempre pueden ser relacionadas con vivencias que tranquilamente podrían suceder en nuestro mundo. El otro ingrediente estrella, la incomodidad, está muy bien usada también. Desde el inicio de la película Ari Aster nos hace sentir pesados, deprimidos, sufridos, como a la protagonista principal, Dani, en la piel de la actriz Florence Pugh. Utiliza un recurso que también utilizó en su film anterior y sobre el cual no voy a profundizar para no spoilear, pero les puedo decir que se vive el sufrimiento que se ve aguantar a los protagonistas y eso ya te predispone para todo el horror que va a venir. Lo bueno de este horror es que casi no utiliza recursos simplistas y de efecto sonoro, sino que va preparando muy minuciosamente al espectador para que cuando tenga que receptar el remate de a secuencia, esta ya lo haya estado esperando tanto que es casi un masoquismo adictivo y deleitable. En el film hay drogas, hay sexo, hay gritos, hay muertes, pero todos estos factores son utilizados de una manera muy fresca que se aleja del cliché.
Los actores hacen un muy buen trabajo, sobre todo Florence Pugh que logra conectar con el público bastante rápido y está muy creíble en su rol.
Una propuesta para redescubrir el género del terror. Si disfrutaste ''Hereditary'', a esta seguro también le sacarás el jugo. Creo que no llega al nivel de aquella película, pero de todas maneras es un entretenimiento de muy buena calidad.