Un juego perverso
El director español Jaume Balagueró trae a escena un personaje cargado de maldad y rencor: César, el conserje de un edificio. Escondiéndose en su piel de cordero, recorre el edificio buscando su presa como un verdadero lobo.
Luis Tosar, recordado por su gran papel en Celda 211, interpreta a este encargado que, según sus palabras, "no nació para ser feliz". Y mientras intenta, desde el anonimato, causar pena o dolor a los inquilinos del edificio, día a día busca la forma de llegar a Clara (Marta Etura). Clara vive felizmente, sin pensar que su persona de confianza (César) irrumpe en las noches para acosarla e intentar borrar de su rostro la sonrisa. Este particular juego secreto lleva a César al límite e incluso se siente obligado a hacer desaparecer todo aquello que se le cruce en su camino.
MIENTRAS DUERMES
Su única confidente es su madre, una mujer enferma y hospitalizada, que no puede hablar y su único testigo, una niña que para guardar silencio, lo soborna.
Con una trama inquietante y la solida actuación de Luis Tosar, el film apresa (al igual que el personaje a sus víctimas) y deja a las claras que este realizador español no necesita salir de un edificio para pintar mundos diversos y que logra, con pocos diálogos, y mucha tensión transmitir el miedo.