Portero de día, psicópata de noche
César (Luis Tosar) trabaja como portero en un viejo edificio. Siempre está atento y vigilante. En principio, parece un buen (un pobre) tipo, que se obsesiona con los movimientos del lugar, con el ir y venir de los vecinos, con los pequeños quehaceres (por momentos, bastante tortuosos) de todo encargado. Pero ese César de día tiene algunos secretos de noche, ciertas perversiones, que Balagueró nos irá mostrando de a poco. Sobre todo, su fijación por Clara (Marta Etura), la bella y radiante vecina del 5º B. No conviene adelantar más detalles.
Estamos ante un digno ejercicio de género (el thriller psicológico sobre psicópatas) con elementos que remiten al cine de Roman Polanski y algún toque del Pedro Almodóvar más oscuro. Si la película trasciende ciertos tópicos que coquetean con los lugares comunes de este tipo de historias es por la convicción, la ductilidad, los matices, esa imponente presencia física de Luis Tosar, capaz de mostrar una cara de hombre afable y, a los pocos segundos, evidenciar el monstruo que lleva adentro. Por él, y por la solvencia narrativa de Balagueró, responsable de las dos primeras entregas de la saga de [REC], Mientras duermes se convierte en un film aceptable y bastante perturbador (igual, aclaro, no esperen nada demasiado revelador).