Psicópata a medias
Interesante película sobre un amargado portero de edificio cuyo único objetivo es hacerle la vida miserable a las personas que lo rodean. Luis Tosar interpreta de manera brillante a este atractivo personaje de psicología compleja, pero no puede evitar que con el transcurso de la trama, la película vaya decayendo en situaciones absurdas o resoluciones incoherentes.
"Mientras duermes" es claramente un buena idea que empieza extraordinariamente, pero termina pobremente. En el comienzo el protagonista, César, parece tener las cosas bajo control, sigue un plan minucioso al cual el espectador es ajeno a su objetivo y todos sus movimientos son invisibles a los habitantes del edificio.
Al empezar se da entender que César está sumamente deprimido y varias veces a estado al borde del suicido. Sin embargo, siempre encontraba una excusa para evitarlo. Por lo tanto, el hecho de que todos las noches él entrara ilegalmente al departamento de una inquilina, Clara, para luego sedarla y pasar la noche con ella era claramente un inicio sumamente prometedor.
Noche tras noche, César hace de todo en el departamento y aunque es chantajeado por una niña de 8 años que lo descubrió, se mueve con total libertad por todo el edificio. La primera media hora de la trama es excelente. Allí, el espectador puede presenciar minuciosamente como este terrible personaje actúa y como va preparando el escenario para que más cosas horribles sucedan. Una trama netamente inspirada en las historias de Hitchcock donde el suspenso era creado gracias al hecho de que el espectador sabía cosas que el protagonista ignoraba.
Ahora lamentablemente, desde un momento muy clave y particular, "la llegada del novio de Clara", todo en la película se da vuelta y lo conseguido empieza a desbarrancarse. Incluso detalles menores como un jefe extremadamente exigente comienzan a desarrollarse de la peor manera. El error fue bastante simple; quisieron desviar el suspenso sobre el peligro de Clara a generar suspenso a través de la posibilidad de que los planes de César puedan ser descubiertos y él sea encarcelado. Algo totalmente absurdo, ya que el espectador nunca va a sentir tal grado de empatía por el villano de una trama.
En conclusión, la película sufre el mismo problema de su portagonista. Plantea y construye muy bien las bases, pero a la hora de terminar con los detalles finales fracasa rotundamente.