Lo que paso mientras te hacías la dormida
Jaume Balagueró es un director español que cultiva la vertiente de un cine de terror y suspenso sutil, alejado de algunas obviedades y de todos los lugares comunes del género, y que va ejercitando y perfeccionando a medida que hilvana nuevas realizaciones a su trayectoria.
Tras un éxito de taquilla como fue [REC] y ya conocido por "Los sin miedo" y "Frágiles" (galardonada durante el 2006 con una serie de premios en los Festivales en donde se había presentado más el Goya a los mejores efectos especiales), su última película "Mientras Duermes" es otro ejercicio de suspenso psicológico en manos de un director que sabe perfectamente cómo hacer las cosas.
César (Luis Tosar, nuevamente inquietante en la piel de un perverso y maléfico personaje) trabaja como encargado en un edificio. La infelicidad cotidiana lo atraviesa de tal forma, que no dudará ni un minuto en manipular la información que tiene de cada uno de los habitantes del edificio, de forma tal de arruinarles cualquier vestigio de felicidad que pueda haber en sus vidas, vidas tan pequeñas como envidiables para una personalidad como la de César.
Su trabajo le da una enorme herramientas que es la posibilidad de hurgar y conocer detalles de las privacidades de cada uno de ellos, sus entradas y salidas, estudiarlos, manejar detalles que nadie conocería, manipular correspondencia, manejar discrecionalmente cierta información... Como algunos porteros, César juega a ser un poco dueño del edificio, un pequeño Dios manejando vidas ajenas.
Pero perderá los límites cuando aparezca en el edificio Clara (Marta Etura, la protagonista de la brillante "AzulOscuroCasiNegro" de Daniel Sánchez Arévalo y de "Eva" reciente ganadora en los Goya de este año), la vecina del 5to. "B" que parece irradiar pura felicidad.
César se ve compulsivamente obligado a dañarla, a penetrar en su departamento y en su mundo para inflingir dolor y angustia, siendo que a la vez parece estar profundamente enamorado de la persona a la que él justamente victimiza.
Con una personalidad tan patológica, será dificil que pueda reconocer algún límite y por lo tanto el juego se tornará cada vez más peligroso, cada vez más macabro y cada vez más oscuro, e incluso será inevitable que continúe haciéndolo aún cuando su trabajo y su propia vida corran peligro.
Jaume Balagueró sabe cuáles son las teclas que tiene que pulsar para que "Mientras Duermes" no sea una película de suspenso más, para que los momentos en los cuales tiene que crispar al espectador lo logre y con creces.
La oscuridad que irradia el personaje de Luis Tosar (excelente como ya lo conocimos en sus temibles personajes de "Celda 211" y "Te doy mis ojos" con una gran diversidad en los diferentes papeles que encara como lo demuestran "También la lluvia" "Los lunes al sol" y su intervención en la plural "18 comidas") es central para la trama y fundamental para que el mecanismo de la historia suene creible en todo momento.
Balagueró evita por todos los medios caer en el lugar común de la sorpresa y el susto. Elige entonces -como hacía Hitchcock-, sólo mostrar el peligro para el espectador sufra a la par del protagonista y ésta es la línea de trabajo más acertada que puediera haberse elegido para manejar el suspenso que quiere transmitirnos la película.
Para ello, el director opta por plantarnos en el punto de vista del protagonista.
Se vale de su mirada para que nosotros como espectadores, podamos ser y sentir como César. Vemos todo el tiempo por sus ojos, sentimos el mismo peligro que él siente y casi llegamos a constituirnos en cómplices de sus acciones, llegando a dañar finalmente a quien él esté dañando.
El guión de Marini, agrega tensión y desestabiliza con dos personajes secundarios fundamentales para la trama: una niña, vecina del edificio que trata de chantajear al portero porque lo ha visto salir varias veces del del departamento de Clara y con la ruptura que significa que aparezca en escena el novio de Clara, un papel jugado con pericia por Alberto San Juan.
Cumpliendo ampliamente con lo que promete el cine de género y con un despliegue inteligente dosificando discretamente las dosis para sostener la tensión a lo largo de todo el film, "Mientras Duermes" realmente cumple con el cometido de adentrarnos por un poco más de una hora y media en la mente oscura y desequilibrada de un hombre tan parecido al que nos podemos encontrar todos los días cuando entramos a nuestro edificio.