Mientras ingresaba a la sala a ver «The Cave», pensaba en cuantas oportunidades un evento dramático de gran difusión internacional, se transformaba en una oportunidad de contar una historia, a nivel cinematográfico. Esto sucedió en muchos casos («Los 33», «Horizonte profundo» -si, es un caso real-, «Lo imposible», etc) con suerte dispar. Habitualmente, yo creo que la gente y la opinión especializada prefieren los documentales antes que una ficcionalización del relato. Pero algunas han funcionado. «The Cave», no está mal, aunque su guión ha sido discutido bastante en el país donde ocurrió el incidente.
En caso de que ustedes no hayan conocido la historia, «Milagro en la Cueva» presenta la búsqueda de un equipo de fútbol local y su entrenador, quienes se pierden en una excursión en un parque nacional, en el norte de Tailandia. Los 13 extraviados, serán buscados por los equipo de rescate del país, con gran preocupación, dado que al encontrarse en ese momento en época de lluvia, las chances de supervivencia eran bajas.
Sin embargo, al confirmar que ellos estaban vivos, unos días después de su desaparición, el problema se complejizó. Al haberse desplazado buscando salida adentro de una montaña llena de cuevas inundadas, los chicos y su líder quedaron alejadísimos del punto de partida, haciendo el rescate una tarea imposible.
Como bien describe la película, para intentar el mismo, tres alternativas estaban en juego y sin anticiparles cuál se usaría, si podemos decir que las fuerzas locales necesitaron apoyo de buzos profesionales para proceder al salvataje.
«The Cave», dirigida por Tom Waller, un tailandés hijo de madre irlandesa, es un intento de poner en valor la cooperación ante la emergencia a través de un discurso liviano pero efectivo. En su tierra natal, a muchos no les gustó cómo se analizó el accionar de las autoridades y le han discutido el enfoque a Waller, pero realmente, y sin conocer demasiado sobre el tema en profundidad, desde lo fílmico, no se le puede reprochar nada.
La historia está interpretada por un grupo mezclado entre actores y reales protagonistas del equipo de rescate, lo cual, por momentos no genera el dramatismo esperado aunque despeja las dudas sobre cómo se estructuró la compleja labor de organización en la zona.
Las notas de color, basadas en todo lo que rodeaba al incidente (todo el marco religioso, por ejemplo) se presentan como necesarias, aunque se desearía saber más acerca de cómo fue la estadía de los perdidos, siendo que pasaron muchos días en oscuridad, sin alimentos y aislados, casi sin esperanza. Waller prefiere dejar eso de lado y enfocarse en la reacción de la gente y las discusiones políticas entre los equipos de rescate, en las que se encuentran opiniones extranjeras (de hecho, el principal personaje es un buzo que es traído desde Irlanda para ayudar a la solución).
La película fluye natural aunque de a ratos parece un documental falso actuado sin demasiado compromiso. Pero donde si funciona, es en el andamiaje que contextualiza la difícil tarea. Se respira un aire de urgencia dinámico que colabora para resolver el esquemático guión.
En líneas generales, «Milagro en la Cueva», ofrece una visión personal sobre un rescate mediático de gran impacto global. Tiene un ritmo frenético y sus rubros técnicos no descollan, pero tampoco defraudan. Las actuaciones son discretas pero la historia es tan emotiva, que no tendrás demasiadas quejas al respecto. Aprobada y entretenida, sencillamente cumple su objetivo principal, que es ofrecer una nueva mirada a un hecho público de relevancia mediática.