Una misión arriesgada
Milla 22: El escape (Mile 22, 2018) es una película de acción dirigida por Peter Berg y escrita por Lea Carpenter. El reparto está compuesto por Mark Wahlberg, Lauren Cohan (Maggie Greene en The Walking Dead), John Malkovich, Iko Uwais, Sam Medina, Ronda Rousey, Carlo Alban, entre otros. La película marca la cuarta colaboración entre Berg y Wahlberg luego de El sobreviviente (Lone Survivor, 2013), Horizonte profundo (Deepwater Horizon, 2016) y Día del atentado (Patriots Day, 2016).
En Indocarr (ciudad ficticia), sudeste del continente asiático, el grupo de agentes estadounidenses conformado por James Silva (Wahlberg), Alice Kerr (Cohan), Sam Snow (Rousey) y William Douglas (Alban) tienen una complicada tarea encomendada por el jefe de operaciones Bishop (Malkovich). Esta consiste en trasladar a Li Noor (Uwais), agente de inteligencia extranjera, desde la embajada norteamericana hasta una pista de aterrizaje que se encuentra a 22 millas de distancia. Li Noor es el único sujeto que sabe un código que da acceso a información sobre un peligroso cargamento de cesio. Él está dispuesto a decir la clave solo si el equipo de Bishop logra sacarlo del país. No obstante el extenso recorrido estará lleno de complicaciones ya que Axel (Medina), líder de la agencia de inteligencia de Indonesia, está dispuesto a todo por conseguir al activo.
Estamos ante una película a la que no hay que analizar mucho por su verosimilitud: se disfruta bastante y cuando termina se pasa a otra cosa, no hay otra pretensión. Aunque el conflicto central tarde en arrancar, cuando lo hace resulta todo un festín ya que tendremos un ritmo aceleradísimo que no da respiro al incluir una cantidad infinita de tiros, peleas cuerpo a cuerpo, cuchillazos, corridas, explosiones de coches, negocios y viviendas, etc. En muchas partes el film llega a lucir como un videojuego, en especial porque tenemos a “Overwatch”, un grupo comando que tiene cámaras por toda la ciudad y se dedica a resolver los problemas al instante para que los agentes puedan completar exitosamente la misión. Es decir que contamos con tres equipos: el que se desenvuelve por la ciudad, los que supervisan que todo ande bien y los enemigos inteligentes que pueden truncar el plan en cualquier momento, más de una vez.
Aunque el film se pase rápido por sus entretenidas escenas de acción, tan violentas que un par pueden llegar a impresionar, el guion no es acertado. El protagonista se la pasa dando monólogos sobre la diplomacia, los militares, terrorismo, su trabajo que nunca debe ser descubierto e incluso el patriotismo. Lo bueno es que el propio director se burla de ello y no se lo toma en serio, mostrando que los compañeros de James Silva, como el espectador, también se aburren de sus extensos discursos aleccionadores.
Por su desenlace inesperado, todo parece indicar que Milla 22: El escape tendrá una secuela. Si se mantiene el nivel de adrenalina y se acortan los diálogos aburridos, será más que bienvenida.