En estos últimos años las colaboraciones entre el director Peter Berg y Mark Wahlberg brindaron excelentes películas que en lo personal recomendé con entusiasmo.
El sobreviviente, Deep Water Horizon y Día del atentado fueron excelentes reconstrucciones de hechos reales donde Wahlberg tuvo grandes momentos.
Milla 22 representa la cuarta colaboración entre los artistas y esta vez ofrecen una propuesta diferente.
Se trata de la primera entrega de una nueva saga del género de acción que tiene planificada una serie para internet y una continuación en el cine. Siempre que funcione comercialmente en la taquilla internacional, ya que en Estados Unidos tuvo dificultades para generar ganancias.
Debido a que me gustaron mucho los últimos trabajos del director tenía grandes expectativas por esta producción, sobre todo por el hecho que incorporaba en el reparto a Iko Uwais, la estrella de La redada.
Uno de los mejores actores de artes marciales que sobresalen actualmente en el género.
Si bien el resultado final no llega nunca al nivel de mediocridad de Batalla Naval (uno de los peores filmes de este director), dentro de las colaboraciones que brindaron Berg y Wahlberg esta es la más flojita y no termina de convencer.
La premisa argumental retoma un concepto que ya vimos en otros recordados filmes de acción como Ruta suicida (1977) con Clint Eastwood y 16 calles (2006), la última obra de Richard Donner protagonizada por Bruce Willis.
Al igual que en los títulos mencionados, el personaje de Wahlberg debe escoltar a un individuo (Uwais) que cuenta con información importante para el gobierno de Washington y en las 22 millas que dura el trayecto hay un montón de gente que intenta matarlos.
La obra de Berg tiene algunos elementos interesantes que merecen ser destacados.
En principio el director construye su relato con dos protagonistas que cuentan con serios desequilibrios emocionales.
El militar James Silva califica probablemente como el personaje más insoportable que encarnó Wahlberg en su carrera. Se trata de un hombre con un trastorno bipolar que vive constantemente ansioso y no es un héroe que despierte simpatía.
Lo mismo ocurre con el rol de Lauren Cohan (Maggie de The Walking Dead), quien lidia con el litigio legal por la custodia de su hija tras un divorcio.
Berg desarrolló el film con personajes antipáticos y ese fue un riesgo que otros realizadores tal vez hubieran evitado. Otro punto interesante es que Milla 22 es una historia donde los villanos están permanentemente adelantados a los protagonistas, que en más de una ocasión quedan como un grupo de perdedores.
Esto no es habitual de ver en el cine de acción Hollywoodense y desde ese aspecto argumental intentaron hacer algo diferente.
La gran decepción de esta producción pasa increíblemente por el tratamiento de la acción, un campo donde el director había sobresalido en sus filmes previos.
No sé qué pasó con Berg en esta ocasión pero en Milla 22 arruinó las secuencias de tiroteos y peleas con una edición frenética en la que no se puede distinguir bien lo que ocurre en la pantalla.
Una elección artística que afectó especialmente a las peleas de Iko Uwais. Los constantes cortes durante los combates del actor impiden que sus movimientos sean retratados con fluidez y su talento quedó desperdiciado por completo.
Ese recurso técnico por lo general se usa para maquillar el trabajo de los actores cuando no son artistas marciales y la edición ayuda a retratarlos como héroes de acción. La labor del protagonista de la serie de Netlix, Iron Fist, es un claro ejemplo de esta cuestión.
Ahora abordar las secuencias de peleas de esa manera cuando lo tenés en el reparto a Uwais es un sacrilegio.
Milla 22 zafa como propuesta de acción para desconectarse un rato con una historia de este tipo, sin embargo, por los buenos antecedentes del director y el reparto reunido, la película no explota con solidez el potencial que tenía.