La dupla Berg-Wahlberg (el primero en la dirección, el segundo como protagonista) ha dado algunos de los mejores thrillers de los últimos tiempos. Aquí deciden narrar la historia de una unidad de élite ultrasecreta de la CIA. El lado bueno es que la acción es buena, tiene la fuerza suficiente como para conmover al espectador y sostiene en gran medida lo que vemos en la pantalla. El lado malo consiste en que la trama es bastante enrevesada, como si se hubiera querido contar algo diferente de lo que al final quedó en el metraje.