La guerra permanente
Es sabido que el director Peter Berg tiene una predilección por el pro militarismo yankee. También que trabaja cómodo cuando cuenta con Mark Wahlberg en el reparto y más si se trata del género acción. Milla 22 no es la excepción a la regla: Berg y Wahlberg vuelven con todo pero el problema consiste en lo desprolijo a la hora de tomar minuciosamente las secuencias de acción que ocupan el centro de una trama sencilla, sobre dialogada y con una fuerte dosis explicativa promediando el último tercio del film.
La destreza física de Iko Uwais (experto coreógrafo de artes marciales), en un rol de doble agente que debe ser trasladado al aeropuerto para rebelar la contraseña de un dispositivo y así evitar futuros ataques nucleares, es uno de los puntos de mayor debilidad de la propuesta por impericia del director. Cualquier película asiática de características parecidas supera a la de Peter Berg, quien no comprende la importancia de entender lo que pasa entre tanto movimiento frenético de cámara en el que no basta sostener el ritmo.
Ahora bien, en el apartado de secuencias de acción, tiroteos y persecuciones, la película gana en adrenalina y vértigo. No así desde una historia sumamente hueca y predecible, con un Wahlberg verborrágico, denso, pero muy físico.
Los secundarios cumplen, sobre todo la partenaire femenina a cargo de Lauren Cohan (Ya vista en la serie The walking dead).
Al juzgar por el desenlace, ¿nacerá un nuevo héroe americano con licencia para matar en pos de la guerra permanente contra el terrorismo internacional?