Lo mejor que ha hecho Robert Rodríguez en su carrera son sus películas infantiles, especialmente las tres Mini Espías, ejemplo de tratamiento respetuoso de la infancia, de sensibilidad universal, de humor y de inteligencia. También son -no es lo mismo que “buenas”- películas bellas. En este caso, además de darle por fin un papel digno de su talento satírico a Jessica Alba, crea aventuras con una capacidad humorística notable. La serie sigue siendo la mejor forma de acercarse, mediante la fantasía, a cómo piensan y se divierten los chicos de hoy.