Después del spin off que resultó ser mejor de lo que varios pensábamos, los minions parecían ir pasando de moda poco a poco, por eso sorprendió tanto cuando nos enteramos que aquel film iba a tener una secuela, que a la vez era precuela directa de Mi villano favorito. Así que, sin más palabrerío, veamos que tal es Minions: nace un villano.
La historia sigue a un Gru muy joven que hace poco se hizo con los minions, quienes le ayudan a empezar a construir su base de operaciones, mientras el niño sueña con entrar en un grupo de archi villanos famosos. Pero todos tenemos que aprender una valiosa lección siendo tan chicos.
Si, la trama no parece ser demasiado original, ya que se nos muestra a Gru dando los primeros pasos en la villanía, algo que, a la larga, sabemos que no le resultó demasiado bien porque bueno, vean sus películas. Pero, así y todo, Minions: nace un villano se las arregla para tener algún que otro momento chistoso. Y eso se da gracias a que los productores y guionistas, aprendieron de los errores cometidos en la anterior entrega.
Y con esto nos referimos a no poner a los chizitos como los protagonistas absolutos. Si, pese a que su mejor momento ya pasó, siguen teniendo esos chispazos graciosos donde causan bastante gracia (de hecho, quien les habla se rio un par de veces en el cine); pero no les daba para cargar toda una película. Acá el protagonismo está repartido entre ellos y Gru, lo cual hace más amena la experiencia, no quemando a los minions tan rápido.
Otro punto a favor es que visualmente la película se ve genial. Sabemos que no somos el público objetivo de estos proyectos, entonces si o si el apartado tanto sonoro como visual tiene que ser llamativo para los más chicos, y en este sentido, Minions: nace un villano cumple a la perfección, de hecho, no sería raro que los enanitos amarillos se vuelvan a poner de moda entre los más peques de la casa gracias a este proyecto.
Pero si hay algo que es innegable, y es que la película pese a durar apenas una hora y media, se siente larga. Hay una subtrama ligada a un personaje “asiático” (por la voz de Michelle Yeoh, porque en su aspecto no lo es) que se siente puro relleno. Y si bien sus enseñanzas repercuten un poco en el final, que le hayan dedicado tanto tiempo se termina sintiendo como un lastre para poder llegar a los ya mencionados noventa minutos.
En conclusión, Minions: nace un villano es una película decente. A los chicos les va a gustar y al fin y al cabo, para ellos se hizo, pero para los que somos adultos, el asunto si no pinta demasiado entretenido. Padres/madres, están avisados.