Julia (Rosario Dawson, algo así como una Venus Williams de las tablas) está en una seccional policial con la cara rasguñada. El oficial la acusa de haber encontrado su cuerpo junto al de su ex novio, muerto. Ella no recuerda nada, y de golpe un flashback nos pone al día con la historia.
Seis meses atrás, Julia, una exitosa escritora de narrativa para medios online, consigue que su compañía le dé vía libre para escribir desde su casa; sus compañeras la despiden con una fiesta y ella viaja en auto a establecerse en el pequeño pueblo donde vive su novio David (Geoff Stults).
Julia ya puede olvidarse de Michael Vargas, su ex golpeador. Con David hacen una hermosa pareja, pero el muchacho, que fabrica una cerveza artesanal local, carga con una historia previa, y a poco de instalarse Julia conoce a Tessa (Katherine Heigl), la ex de David, quien viene a traerle a Lily (Isabella Rice), la hija de ambos.
Pese a que lo oculte con todo su cuerpo, los celos de Tessa transpiran la tela de los vestidos elegantes que siempre usa. Y las expresiones de Tessa lo dicen todo: el precio que deberá pagar Julia por quedarse con David es alto.
El debut de la directora Denise Di Novi tiene todos los sesgos del culebrón, pero la fuerza interpretativa de Rosario Dawson saca adelante al film en los peores momentos. Eso y la reflexión de que un ex con hijos suele traer problemas son las únicas salvedades de este pobre thriller debut.