Una película con buen potencial, que se sostiene por sus actuaciones pero sufre sus errores de dirección.
“Mío o de nadie” (Unforgettable, 2017) es un película cuyo argumento principal sienta muy bien. La historia es así: Julia (Rosario Dawson) una editora que vive en la ciudad de San Francisco con un pasado muy traumático y perturbador, se enamora de David (Cheryl Ladd) un ex empresario y ahora dueño de una cervecería hogareña, en un pueblo de California. Cuando Julia acepta irse a vivir con su nuevo amor y su pequeña hija Lilly, todos imaginaban que sería la típica historia del príncipe azul, pero no. Todo cuento de hadas tiene una bruja malvada y ésta no es la excepción. Aquí es cuando la película presenta a Tessa (Katherine Heigl) la ex mujer de David y madre de su hija, una mujer que marca su presencia instantáneamente, rubia, con el cabello hasta la cintura y con unos ojos penetrantes le hará saber a la nueva pareja de su ex que mucho no la quiere.
Luego de un careo muy incómodo entre ambas, donde fingen estar felices por la situación y donde ambas intentan plantar postura de que es buena idea de que se conozcan, empiezan los problemas. Haciendo honor al nombre del film, para Tessa no puede existir la posibilidad de que en la vida de David y Lilly haya otra mujer que no sea ella. Obsesiva-compulsiva, posesiva y con una buena cantidad de locura in extremis, Tessa demuestra todos sus sentimientos hacia Julia y no la dejará vivir nada tranquila, es más, Tessa traerá al presente los oscuros secretos y fantasmas del pasado de Julia, para incomodar y embarrar su estado actual con su nueva familia y hacer que tenga un futuro no muy próspero.
En cuanto a la descripción técnica, esta primera producción y dirección conjunta de la americana De Novi, deja muchas cosas que desear. Por ejemplo, el guion. Hay ciertos momentos donde la trama de la película se vuelve irrisoria y sin sentido. Algunas escenas se vuelven totalmente predecibles y otras, para mal, total y absurdamente inesperadas.
Uno de los buenos elementos del metraje es la actuación de Heigl y Dawson. La rubia interpreta su papel de tal manera que hasta puede hacer creer que en realidad sufre de trastornos mentales y demencia. Si bien llega a un punto, un tanto exagerado, donde se manda un sinsentido tras otro, a nivel general esta muy bien. Por otro lado, la morocha tiene una historia muy fuerte en sus espaldas que no termina de desarrollarse por la trama principal, pero al ser tan compleja hubiese sido interesante indagar un poco más. Rosario cumple con su actuación, sin ser la mas destacada de la película, tiene una interpretación sólida pero lamentablemente los errores técnicos de guion y dirección hicieron que decaiga un poco en ese rubro.
Si bien es una película que podría haber dado más, es recién la primer experiencia de la directora y si lograse escapar de momentos básicos y poco coyunturales, a lo que respecta el resto de la película, no caben dudas de que podrá mejorar en sus próximos trabajos detrás de las cámaras.