Homenaje a un icono
Una diva en su ocaso y un asesino a sueldo en crisis, los protagonistas de Mis días con Gloria.
Roberto (Luis Luque) es un asesino a sueldo caigo en desgracia, en conflicto con su profesión, y agobiado por deudas. Cada vez le cuesta más matar y la policía, con un jefe corrupto a la cabeza (Nicolás Repetto), anda tras sus pasos. Gloria (Isabel Sarli) es una actriz de los años '60 que regresa a su tierra natal para enfrentar un error de juventud. A partir de un equívoco, donde Gloria confunde a Roberto con un chofer de remis, sus vidas se cruzan. Este encuentro es motivo para transitar juntos la enfermedad incurable de ella y la violencia del mundo de él. Dos solitarios que descubren que se necesitan.
Las serranías puntanas otorgan el marco perfecto a Mis días con Gloria, esta historia que marca el regreso a la pantalla grande de la "Coca" Sarli en un policial con momentos de melodrama. Un homenaje a la diva del cine nacional que busca la nostalgia del recuerdo, con una constante autorreferencia a fragmentos de sus trabajos. Una especie de Gloria Swanson en Sunset Boulevard, pero nacional.
Esas vidas opuestas que por destino se cruzan es lo que guía el relato. Los caminos de la actriz en decadencia y el asesino perseguido, quien se enamora de una prostituta (la "Coquita" Sarli, con un look muy parecido a su madre en su debut cinematográfico). Así, el guión llega por momentos a caer en lugares comunes y algunas actuaciones secundarias resultan forzadas. Falencias, sin embargo, que logran mantener cierto pulso narrativo.
Dicho ritmo se logre, quizás, por la siempre destacada actuación de Luque, que compone a un hombre recio, aunque perdido por dentro, acorralado por una vida que ya no desea llevar adelante. Destacables sí son algunos de los rubros técnicos, como la iluminación y la fotografía, con bellos encuadres del paisaje de la provincia de San Luis.
El regreso de Juan José Jusid a la dirección busca brindar un merecido reconocimiento a una mujer como Isabel Sarli, que con su trayectoria marcó una época del cine nacional. El cinéfilo -y especialmente, quienes se deleitaron con la voluptuosidad de esta morocha argentina- sentirá esa agradable nostalgia volver a ver a la "Coca" en pantalla grande.