Mujeres al poder
Una comedia ambientada en el mundo del cine, alimentada por los negocios, los contratos y los egos. Y supervisada atentamente bajo una mirada femenina.
Robert (Kad Merad) trabaja en una agencia de talentos y está obsesionado con las tres personalidades que por allí desfilan, al punto que llega a crear un mundo personal ficticio, plagado de intromisiones en sus vidas privadas. El tiene la necesidad de brillar como ellas.
Lo que este personaje no se imagina es que sus famosas actrices se transformarán en victimarias y él en su víctima.
Una película filmada con ritmo, entre flashes y ovaciones, y que acierta en las actuaciones y en su cuota de glamour.
Ver a Catherine Deneuve siempre es un placer, una actriz que ilumina la pantalla haga lo que haga. Es magnetismo, es una estrella, como la que interpreta en la ficción.
Pero el relato aprovecha además el otro costado del protagonista: el familiar. Y ahí entra en acción la actriz portuguesa María de Medeiros, como su ex-esposa, levantando el nivel de la historia.
Por su parte, Emmanuelle Beart (cada vez más parecida Angelina Jolie y vista en la recomendable 8 mujeres) y Mélanie Bernier, aportan su encanto a esta comedia que, si bien resulta previsible, tampoco hay que quitarle sus méritos. El star system y el poder femenino, revisados con corrección.