Las películas protagonizadas por animales son un género de golpe bajo fácil y un público cautivo que responde a ellos. Quién no ama a los animales no le verá sentido alguno y quien los adore encontrará en cada escena motivos suficientes para emocionarse, pasando de la ternura a la angustia sin escalas. Mis huellas a casa (A Dog´s Way Home, Estados Unidos, 2019) es una historia que utiliza casi todos los trucos existentes para conmover al espectador que ame a los perros.
Para empezar, el primer truco es que escuchamos los pensamiento de Bella, la perra protagonista de la historia. Sus reflexiones, llenas de licencias poéticas, son básicas y sin excesos, pero el escuchar la voz interior de una perra es sin duda el sueño de cualquier humano perruno. Con eso es fácil que un guionista use todos los recursos que tiene a mano para hacer reír, emocionar hasta la catarata de lágrimas y también angustiar mucho. Todas las películas tienen trucos, no es en sí mismo algo malo, y tampoco está mal que se elija a una perra para protagonizar una historia. El cine no has enseñado que desde un héroe mitológico a una pelota de voleibol pueden ser motor de las reflexiones de un realizador y conmover a los espectadores.
Bella es una perra que está a gusto con Lucas, su dueño, estudiante de medicina, y demuestra en su vida cotidiana una sensibilidad no solo con su mejor amigo sino también con otros animales y con un grupo de veteranos de guerra con estrés post traumático. Pero un vecino que intenta desalojar un predio con animales generará un problema con Bella que deberá separarse de Lucas y emprenderá una aventura descomunal intentando regresar a casa, no importa cuánto tiempo lleve, no importa cuánto cueste. Un tema universal, tan antiguo como el ser humano, no importa que acá esta tenacidad esté mostrada con un perro.
Entretenida, simple, hecha para agradar a su público, la historia es bastante sobria, tiene elementos de los viejos films de los estudios Disney ambientados en la naturaleza y no cae nunca en un momento traumático o perturbador para los espectadores. Es posible que algo de eso se deba a su director, Charles Martin Smith (sí, el actor de American Graffiti y Los intocables) quien ha dirigido varios films que giraban en torno a la figura de un animal. Como alguien que respeta a los animales, evitar locuras efectistas o momentos de espanto. Aun con el sufrimiento que uno siente en cualquier film por el riesgo que sufre el protagonista, acá desde el vamos la idea fue anticipar la trama, tanto en el adelanto del film como en todas las comunicaciones que se han hecho previas a su estreno.