Misión cumplida
Como sucede con las marcas reconocidas, que ofrecen una calidad garantizada y son confiables para el consumidor, la saga "Missión Imposible" impulsada por Tom Cruise posee hace tiempo ese certificado intangible que la coloca junto a otras, como las de James Bond por ejemplo. Gran producción, despliegue, buenas actuaciones, cuidados efectos y una trama atractiva que no busca insultar al espectador, sino otorgarle entretenimiento de calidad.
Esta vez la fuerza conocida como "Misión Imposible" es puesta en jaque no por enemigos en la clandestinidad sino por la CIA, que tiene en su director (a cargo del versátil Alec Baldwin) a un fuerte crítico a los métodos utilizados por los agentes liderados por Ethan Hunt (Tom Cruise).
Con la fuerza desmantelada, Hunt decide investigar por su cuenta y sin apoyo oficial a una organización conocida como el "sindicato", nombre que siempre sonó en el mundillo del espionaje pero que todos, excepto Hunt, consideraban una leyenda.
Traiciones, espías sin bandera, psicópatas y peligrosas aventuras en Londres, Marruecos y Viena tendrán que superar los miembros del equipo de Misión Imposible. Es para destacar una, la que transcurre en la Ópera de Viena, con la representación de Turandot como fondo mientras Hunt trata de impedir que varios "killers" cumplan con su objetivo.
Todo lo escrito viene luego de la impactante presentación donde vemos a Cruise agarrado de la puerta de un avión en pleno despegue, escena previa a la secuencia de títulos que por supuesto incluye la genial pieza compuesta por Lalo Schifrin y que no predispone a pasar un rato de grata distracción.