Los protagonistas no se oxidan
Finalmente pudimos ver a Tom Cruise en serios aprietos, ya que en las entregas previas las misiones eran mucho más sencillas y hasta previsibles en muchos casos -no significa que no son buenas películas, todo lo contrario-. Simplemente que su director, Chistopher McQuarrie encontró la forma de hacer evolucionar la saga hacia una misión mucho más peligrosa y no caer en la fórmula repetitiva que muchas sagas de esta magnitud suelen tener.
Con Misión: Imposible, Nación Secreta cumplió y eso se puede ver a simple vista. No hay que ser muy crítico para notar lo cómodo que se siente Tom Cruise haciendo las escenas de riesgo, donde no requirió de dobles, denota su excelente estado físico y agilidad. Con eso logró su cometido: transmitir ese entusiasmo al espectador, incluso aquel que no es amigo del género y eso ayuda en el film.
Desde el inicio hasta el final el espectador no sabe cómo sigue la cosa, ya que los giros inesperados lo hacen imprevisible. Una excelente escena al comienzo donde puedo verse por medio de los trailers, además de los excelentes paisajes cada vez que cambian de destino, muy típico de la saga haberse respetado eso pese a que cada film cambió de director.
Con respecto al argumento, introducir una organización antagónica como el Sindicato puede ser un arma de doble filo, donde no existe término medio: o sale bien o fracasa. No es este el caso, pues representó uno de los más grandes desafíos de la saga.
Lo interesante es que las misiones del equipo del FMI tienen sus fallas mientras que el Sindicato muestra sus fortalezas y eso hace al film mucho más armonioso. Además, las situaciones parecen mucho más verosímiles que los films previos, incluso la persecución de las motos.
En cuanto a los personajes como punto a destacar es que esta vez no fue la película de Tom Cruise, sino que el protagónico se repartió entre el equipo. Muy bien por el regreso de Ving Rhames como Luther y destaco la química entre Rebecca Ferguson y Tom Cruise. Sin duda es equilibrada entre ambos y ella representa uno de los personajes más interesantes que podría estar a la altura del protagonista. Propio de la saga, incluir bellas mujeres sin grandes atributos, Ferguson no fue la excepción en esta nueva entrega.
Creo que es la primera vez que un personaje femenino tiene tanto peso como en este film. Ni Tandie Newton ni Paula Patton llegaron a tener tanta importancia como lo hizo Ferguson. Si miramos atrás, es habitual de Tom Cruise darle lugar a actrices desconocidas tales ejemplos pueden ser Emily Blunt en Al filo del mañana -Edge of Tomorrow, 2014- o con Olga Kurylenko en Oblivion: El tiempo del olvido -Oblivion, 2013-, entre otros films.
Con respecto a Simon Pegg, si bien siempre fue el gracioso del equipo, este film tiene un tono mucho más serio que su predecesor, por lo que las risas son muy escasas. Jeremy Renner simplemente quedó relegado a un agente de la CÍA y la inclusión de Alec Baldwin es una de las grandes novedades, que recuerda a la de Kurt Rusell en Rápido y furioso 7 -Furious 7, 2015-. Escasa, pero agradable y con peso.
Todo film de acción debe contar con un villano y Sean Harris representa uno de los mejores de la saga. El hecho de no hacerse presente e incluso organizar todo casi sin moverse lo hace completamente letal, misterioso e interesante. Me gusto que su destino no fuera como los de sus predecesores.
Hasta acá todo va bien pero hay un factor que le resta puntos: los últimos 10 minutos.
Todo el film tiene un guión sólido pero sobre el final quedan más preguntas que respuestas. Decae en generalizaciones y parece más un corte abrupto que un final abierto. Tal vez el director quiso dejar esa puerta en pos de una sexta entrega, pero si esa fue su intención no fue la mejor elección.
En resumen Misión Imposible: Nación secreta es uno de los films que mejor sabe hacer Tom Cruise y que ningún fan debe dejar pasar por alto.