¿Estás buscando desconectar el cerebro y ponerlo en remojo por dos horas? ¿Olvidarte del mundo? Lo mejor que podés hacer es meterte en un cine y ver Misión Imposible 5.
De principio a fin tiene la dosis de acción justa en proporción con humor bien aplicado. Todo lo que tiene que tener una película de este estilo.
Lo único que le critico es que no me sorprendió, no me mostró nada que no haya visto antes en materia secuencias de acción y como esta filmada. Tal vez porque ya está todo hecho y estoy pidiendo mucho, pero de vez en cuando me sorprendo y acá no me sucedió.
Amén de eso, la dirección de Christopher McQuarrie, quien venía de dirigir a Tom Cruise en Jack Reacher (2012) está más que bien en todo sentido.
El realizador entrega un producto sólido y compacto por donde se lo mire y lo mismo sucede con la historia (también es uno de los guionistas) porque nos encontramos con la quinta aventura de Ethan Hunt en la pantalla grande y no derrapa sino todo lo contrario. Está muy bien pensada.
Unos renglones más arriba nombré a Tom Cruise muy al pasar, cosa que es una injusticia total porque sin él no habría Misión Imposible.
Cruise es la última gran estrella de Hollywood, con todo lo que eso conlleva y significa, y a sus 53 años se consolida con el actor de acción más loco y definitivo.
El opening de la película cuyo making está dando vueltas en internet desde hace unos días y en donde vemos como lo cuelgan del costado de un avión en pleno despegue no hace más que afirmar esto.
El tipo es una verdadera bestia del cine, es único. Ya de por sí la su sola presencia vale pagar la entrada de esta o cualquier película que protagonice.
Vuelven a acompañarlo Simon Pegg (genial como siempre), Jeremy Renner y Ving Rhames, y se le suman Rebecca Ferguson como “la chica Hunt” del film y Alec Baldwin derrochando carisma.
Las dos horas pasan volando entre sobresaltos y alguna risa. Sin dudas una película para ver y disfrutar en el cine.