Una quinta parte que entretiene como la primera
Quinta entrega cinematográfica de la saga que consagró a Tom Cruise como uno de los mejores héroes de acción de todos los tiempos. El tipo podrá estar un poco loco y ser intenso, pero es indiscutible que como protagonista de acción se lleva todos los laureles. Dato que quizás ya algunos sepan: él mismo filma las secuencias de acción. No contrata un doble de riesgo.
Otra cuestión a resaltar es el éxito que han tenido las cinco entregas, que lejos de hartar al espectador lo deja con ganas de seguir viendo la evolución de Ethan Hunt. Si tuviera que ponerlas en un ranking, diría que la mejor de todas es la primera entrega de Brian De Palma, seguida por esta quinta película (Nación Secreta) de Christopher McQuarrie, en tercer lugar la tercera parte dirigida por J.J. Abrams, en cuarto lugar la cuarta parte de Brad Bird (Protocolo Fantasma) y al final de las cinco la segunda parte dirigida por John Woo que es de bastante inferior calidad a las demás.
Personalmente creo que con Protocolo Fantasma, si bien la calidad de la acción permanecía intacta, la franquicia había bajado un poco la calidad, ofreciendo una trama que ya habíamos visto antes en otros films y que no aportaba nada nuevo al universo cinematográfico de la saga. Con Nación Secreta la saga vuelve a tomar el buen rumbo de la primera y tercera entrega, ofreciendo nuevos personajes carismáticos como es el caso de Rebecca Ferguson ("Hércules"), de cara clásica que recuerda al Hollywood de oro y que seguramente se unirá al staff permanente del MI6, o Alec Baldwin ("Los Infiltrados", "30 Rock"), ese grandote de ojos claros que mezcla humor con elegancia a la perfección. Por su parte Simon Pegg, Ving Rhames y Jeremy Renner hacen sus aportes de comicidad, coolness y liderazgo respectivamente.
El hecho de que se incorpore a toda una organización de villanos, profundamente entrenados y nucleados bajo el nombre del Sindicato, es algo que si bien ya hemos visto en otros productos del género, otorgan intensidad y grandilocuencia a la historia. De esta manera el MI6 ya no se enfrenta a un villano protegido por secuaces de poca monta, sino que acá los secuaces están muy ásperos y regalan un festín de peleas cuerpo a cuerpo a la vista del espectador. Hay algunas secuencias de acción que son realmente vertiginosas y atractivas como el duelo que tiene lugar en un teatro durante la ópera Turandot, la escena dentro de la cámara de agua y por supuesto la secuencia inicial en la que Tom Cruise cuelga de la puerta de un avión despegando.
En general es una película muy atractiva y entretenida, que si bien no despliega una pirotecnia infernal, sabe racionar los recursos y hacerlos valer cada gota. Es totalmente eficiente en el uso de efectos especiales y secuencias de acción al punto de que no nos olvidemos que estamos viendo una buena película de espionaje pero que esto a la vez no opaque la historia de fondo.
Ojalá la franquicia se mantenga en este camino y nos regale muchos buenos momentos más de el último gran héroe de acción, Tom Cruise.