A por todo
“Misión Imposible: Repercusión” (Mission: Impossible – Fallout, 2018) es una película de acción que constituye la sexta entrega en la saga “Misión Imposible”, que tuvo su inicio en 1996. Cada cinta fue dirigida por una persona distinta, sin embargo en esta Christopher McQuarrie vuelve a ser el director y escritor (ya lo había sido en el quinto film). Tom Cruise se pone otra vez en la piel de Ethan Hunt, así como repiten sus roles Ving Rhames, Simon Pegg, Rebecca Ferguson, Alec Baldwin, Sean Harris y Michelle Monaghan. Además se agregan nuevas caras, entre ellas están Henry Cavill, Ángela Bassett, Liang Yang y Vanessa Kirby (princesa Margarita en la serie The Crown).
Dos años después de los eventos ocurridos en “Misión Imposible: Nación Secreta” (Mission: Impossible – Rogue Nation, 2015), el agente Ethan Hunt (Tom Cruise) recibe otra tarea de difícil realización. Varios terroristas que conformaban el Sindicato, liderado por Solomon Lane (Sean Harris), siguen vivos y se hacen llamar “Los Apóstoles”. El objetivo de ellos consiste en generar tres ataques con bombas nucleares en diferentes lugares emblemáticos. Debido a que Ethan decide salvar a su amigo Luther (Ving Rhames), el plutonio queda en las manos equivocadas. Ahora el mundo corre peligro y salvarlo sólo depende de Hunt, Benji (Simon Pegg), Ilsa (Rebecca Ferguson) y Luther… ¿podrán lograrlo?
Como se puede leer, el argumento no aporta nada que no se haya visto antes. Siguen estando la CIA, el FMI, el MI6, entre tantas otras organizaciones de diferentes países, donde cada persona actúa a favor de lo que le encomendaron o a beneficio propio, por lo que se requiere de una máxima atención para adecuarse a cada giro y nuevo plan que van surgiendo durante las dos horas y media de duración. No obstante, la saga de Misión Imposible está más viva que nunca con esta última entrega, y eso se debe a que sus escenas de acción están a otro nivel, un nivel extraordinario e inimaginable que no defrauda en ningún momento.
Que Tom Cruise a sus 56 años siga haciendo cada una de sus secuencias de alto riesgo sin querer a un doble es para destacar y aplaudir. El actor se rompió el tobillo en una toma e incluso herido continuó para no grabar todo de nuevo. Misión Imposible es la saga de Cruise, por la que será reconocido siempre y que dé todo de sí hace que las ganas de ver cada nueva producción se mantenga.
Esta sexta película logra reinventarse por la manera en la que está filmada y por sus momentos de acción que, por suerte, son muchísimos y se superan a sí mismos a medida que avanza la trama. Persecuciones en moto a contramano, peleas cuerpo a cuerpo (la que se origina en un baño es excelente), corridas a toda velocidad por los techos, saltos y tiroteos mantienen la atención gracias a que no se escatima en la duración de ninguna, haciendo que el peligro y la tensión traspase la pantalla.
Cuando pensamos que ya queda poco para que esta aventura acabe, McQuarrie nos brinda un espectáculo aéreo imperdible, donde verdaderamente llegamos a pensar que los personajes más queridos no saldrán vivos. El vértigo se hace presente, combinado con los nervios a flor de piel por la pelea en una cabaña, escena que nos demuestra una vez más lo badass que es Rebecca Ferguson.
“Misión Imposible: Repercusión” se convierte en un film pochoclero que no subestima al espectador y logra superar en gran medida a su antecesora. Aunque la ausencia sin explicaciones de Jeremy Renner sea notoria, la película se sostiene por sí sola gracias a su perfecta dirección y enorme protagonista, que no teme arriesgarse para salvar tanto a sus amigos como al que lo necesita.