Cuando buena parte del cine contemporáneo a escala masiva está dominado por las historias de superhéroes, la saga de Misión imposible nos devuelve el placer de la vieja escuela, el clasicismo de un género de acción de "carne y hueso". Aunque -habrá que admitir inmediatamente- esto no es tan así porque ver al Ethan Hunt de Tom Cruise conduciendo una moto a toda velocidad y a contramano por las calles de París, lanzándose en paracaídas en medio de una tormenta eléctrica o saltando de un helicóptero a otro no calificaría precisamente como una "escala humana" (el aporte de los efectos visuales para realzar el trabajo de los dobles de riesgo es fundamental), en esta notable sexta película de la franquicia se puede sentir la adrenalina, el vértigo y la espectacularidad de cada secuencia con una visceralidad que Marvel o DC Comics no podrá conseguir jamás.
Buena parte del mérito del éxito artístico de la franquicia se debe al inoxidable Cruise, no solo protagonista durante casi dos décadas, sino también productor y responsable de elegir a narradores siempre virtuosos (y distintos), como Brian De Palma, John Woo, J.J. Abrams y Brad Bird. Hasta que en 2012 trabajó con Christopher McQuarrie en Jack Reacher y de allí lo llevó como guionista y director de Nación secreta (2015), y ahora también de Repercusión. Una sociedad creativa que alcanza alturas y velocidades que están en sintonía con las andanzas de un Hunt que Cruise encarna con admirable (y envidiable) despliegue físico a sus 56 años.
El punto de partida es -como siempre- básico y, al mismo tiempo, épico (desbaratar los planes de unos traficantes de plutonio), y allí estarán Hunt y sus fieles laderos (Ving Rhames y Simon Pegg) para recorrer Berlín, Londres, París y hasta Cachemira, en busca del objetivo.
Maestros del engaño, los protagonistas tendrán la incómoda compañía de un nuevo agente (Henry "Superman" Cavill) y deberán sostenerse en medio de una disputa entre sus superiores (Alec Baldwin y Angela Bassett) y varios personajes tan inquietantes como peligrosos (Sean Harris y Vanessa Kirby). El minucioso y eficaz engranaje dramático concebido por McQuarrie incluirá, por supuesto, una veta romántica que esta vez combina a las dos mujeres que marcaron la vida afectiva de Hunt en las últimas entregas: la Ilsa de la sueca Rebecca Ferguson y la Julia de la estadounidense Michelle Monaghan.
Cuando la mayoría de las franquicias tienden a agotarse, la deMisión imposible ha sido capaz no solo de reciclarse para estos nuevos tiempos, sino incluso de reinventarse con una potencia, una convicción y una vitalidad asombrosas. El viejo y querido género de acción y aventuras en todo su esplendor, una apuesta noble de artistas que aman el cine popular y utilizan los mejores recursos para seguir entreteniendo y asombrando hasta al espectador más escéptico y curtido.