Sexta entrega de una de las franquicias más sólidas de Hollywood, "Misión Imposible: Repercusión", de Chistopher McQuarrie, es un entretenimiento variado y eficaz, con un impresionante as bajo la manga. ¿Qué se necesita para ser una verdadera estrella del espectáculo? ¿Alcanza con el talento?
Más allá de las idas y venidas en su vida personal, no hay dudas que Tom Cruise es una de las estrellas hollywoodenses más estables y rendidoras en ya más de treinta años de carrera indiscutidamente exitosa. Su sola presencia es marca registrada de un estilo y lleva al público masivo a llenar las salas.
Cuando en 1996 estrenaba la primera "Misión Imposible", más allá de finalmente concretar la adaptación cinematográfica de una de las series de TV más famosas de todos los tiempos; estaba asegurándose un lugar dentro de los mejores héroes de acción. No es que Tom tenga ni los músculos de Arnold, o la habilidad para manejar una metralleta de Chuck Norris.
Tom Cruise es un tanque de carisma, y una estrella que sabe venderse muy bien. Responsable absoluto como protagonista, productor, y alma de esta franquicia, que ya se despegó hace rato de la sombra de la serie; en Misión Imposible: Repercusión vuelve a demostrar lo que ya sabíamos, Ethan Hunt es gran, gran personaje. Con "Misión Imposible III" pareciera haber cerrado una primera trilogía. Con esta, su sexta entrega ¿cierra la segunda?
Esta vez los agentes del FMI (no, ese no, la agencia de inteligencia paraestatal que integra Hunt como agente de campo) se verán envueltos en una misión que, como viene sucediendo a lo largo de la saga (más explícitamente a partir de la cuarta), involucra fuerzas enemigas internas.
Ethan y los suyos deben recuperar tres ojivas de plutonio que pueden llegar a ser utilizadas como armas nucleares. Algo sale mal al principio de la historia, y las ojivas terminan en las manos equivocadas.
Por esa razón, la CIA, al mando de la agente Sloan (Angela Bassett, espléndida como siempre) se asocia para recuperarlas; pero exigiendo la colaboración de uno de ellos dentro del equipo, August Walker (Henry “bigote de la discordia” Cavill). Ethan, Benji (Simon Pegg), Luther (Ving Rhames), Alan (Alec Baldwin) desde el liderazgo diplomático, y August (que mantiene cierta rivalidad con Hunt) deberán emprender la misión de rescate que incluye secuestrar a un peligroso terrorista miembro de un grupo de agentes rebeldes, Salomon Lane (Sean Harris).
"Misión Imposible: Repercusión" quizás sea el film de la saga con un argumento más complejo.
Intervienen varias agrupaciones y personajes que trabajan a sueldo para alguno de los bandos; como la bella Viuda blanca (Vanessa Kirby); y el regreso de la agente del MI6 británico, Ilsa Faust (Rebecca Ferguson). McQuarrie, que también se encarga del guion, tiró toda la carne al asador.
Hasta ahora, las cinco entregas anteriores, todas en un nivel muy aceptable, se habían inclinado más por argumentos ligados al espionaje, o por tener un gran despliegue de acción. Esta sexta, es la entrega que mejor balancea entre los dos polos.
La historia de espionaje es atrapante, y si bien tarda en tomar vuelo definitivo, mantiene siempre nuestra atención en casi dos horas y media que pasan volando. Es compleja pero no complicada; y la amplia gama de personajes que presenta, lejos de confundir, aporta a hacer el espectáculo más interesante.
Las escenas de acción son sencillamente impresionante, en la ciudad, en espacios cerrados, o en escenarios abiertos. Misión Imposible: Repercusión se ve enorme La utilización de la planos es de todo el cuadro, de punta a punta; y la fotografía apuesta siempre a prevalecer la locación para trasladarnos ahí como espectadores, y sentir el vértigo del momento.
Ya se sabe, Cruise hace todo él, no suele utilizar dobles de riesgo, y eso aporta un plus esencial al show visual. Por otro lado, si bien el despliegue físico y de acrobacia es casi absoluto de su personaje; se mantiene el espíritu, que ya viene de la serie, de colaborar en equipo.
Misión Imposible: Repercusión se destaca del resto por eso, por hablar más del compañerismo entre sus miembros. Nos muestra un Hunt más humano, sacrificando misiones por sobre los suyos, y con escaras de su pasado. Benji y Luther tendrán mayor peso en esta película de la que habían tenido hasta ahora; e Ilsa ya se instala como un personaje que necesitará mayor atención futura.
Como ocurría en "Protocolo fantasma" , y se había abandonado en "Nación secreta", "Misión Imposible: Repercusión", recurre nuevamente al humor (aunque en menor medida que la dirigida por Brad Bird, casi caricaturesca), al guiño; amalgamado perfectamente para relajar, y permitir la empatía con estos héroes, cada uno con un función particular.
Hay química comprobada entre todos, y Cruise sabe rodearse de elencos sólidos para que todo parezca la armonía entre amigos. Lo único disonante será Cavill, al que sí, se nota que Superman le sale bien por lo durisimo del personaje.
"Misión Imposible: Repercusión" es la sexta entrega de una saga instalada y de un nivel por encima de la media, que vuelve a entregar un capítulo con el que se supera a si misma. Un guion inteligente, gran despliegue de acción, personajes carismáticos, y un protagonista principal que se come la pantalla. No se puede pedir más, espectáculo en letras mayúsculas.