Ridley Scott desafía los nervios
Con “Misión rescate”, el director pone en tensión a la platea.
Misión rescate, la nueva aventura espacial de Ridley Scott, recaudó el pasado fin de semana 55 millones de dólares en su estreno en los Estados Unidos y se colocó al borde del récord de Gravedad, del mexicano Alfonso Cuarón, estrenada hace dos años con una ganancia de 55.7 millones de dólares, la mejor marca hasta ahora obtenida por un estreno en el mes de octubre.
Y si con aquella película que protagonizarón Sandra Bullock y George Clooney el espectador llegó a niveles impresionantes de tensión, en esta pone a prueba sus nervios frente a la suerte posible de Mark Watney, otro astronauta perdido en el espacio.
Durante una misión a Marte, que resulta fallida y luego de una tremenda tormenta, Watney es dado por muerto por su grupo y abandonado en un planeta hostil, sin atmósfera y con muy pocas chances de supervivencia.
Decidido a no dejarse vencer, Mark comienza una difícil odisea para mostrarle a sus compañeros que sigue vivo.
De Ridley Scott, un director con unos 45 títulos en su haber, se puede afirmar sin temor a fallas que, como cualquier mortal que se precie de tal ha tenido sus altas y bajas, pero se logró sostener como uno de los mejores contadores de historias del cine de las últimas cuatro décadas, de toda variedad y color.
En lo que a thrillers espaciales respecta, quién no ha sentido las cervicales entumecidas ante las escenas de Alien: el octavo pasajero, un título que terminó ascendiendo al podio de los clásicos de culto.
El hombre tiene dominado el timing del suspenso y sabe mechar con humor cuando de relajar al cinéfilo se trata, amén de llevar una dirección de actores estimulante. ¿Los resultados? A la vista.