Conforme pasan los años, la tecnología avanza y nos permite llegar más lejos en nuestros sueños. Tanto en el cine como en la vida real. Todo lo que alguna vez soñamos con realizar se está cumpliendo a pasos agigantados y ahora parece que nuestro único límite es la imaginación.
Y es que, aunque muchos digan que la obra maestra de la ópera espacial es Odisea en el espacio de Stanley Kubrick, lo cierto es que desde Gravity de Alfonso Cuarón e Interstellar de Christopher Nolan, los cineastas se han dado cuenta que para filmar en el espacio no es necesario llevar las cámaras más allá de la atmósfera terrestre, y que los efectos espectaculares no sirven de nada si no se tiene una historia sólida para contar. Es asi que Ridley Scott, el mismo de Blade Runner y no el de Éxodo, logra anotarse un enorme suceso con Misión rescate que cuenta la historia de Mark Watney, un astronauta que, en plena misión en Marte es dado por muerto tras un accidente y abandonado en el planeta rojo. Pero no ha muerto y ahora deberá enfrentar todas las hostilidades de este planeta mientras espera años a que vuelvan por él.
Como toda película que trata cosas técnicas y científicas, tiene sus pequeños errores, notorios para los expertos. Pero para aquellos que poco sabemos de viajes espaciales, la película es completamente una delicia. Ya desde la primer escena entramos directo a la trama, sin dar más vueltas por el pasado del astronauta o cualquier otra cosa que distraiga nuestra atención. Y de ahí nos embarcamos con toda la odisea que conlleva sobrevivir más de un año completamente solo en un planeta apenas conocido y hostil. Con buen ritmo, deteniendose en lo necesario, y acelerando lo innecesario, y las dosis necesarias de Ley de Murphy, Scott nos entrega un muy buen trabajo, apoyado por el talento en el guión de Drew Godard -basado en una novela de reciente tiraje- y la fortaleza interpretativa de gente como Jessica Chastain, Chiwetel Ejiofor, Sean Bean y otros. Matt Damon cumple con su carisma
y el humor presente no defrauda.
The Martian sin duda es una buena película que cumple con creces lo esperado para abrir la temporada invernal de cine.