Un asesino siempre presente
El ahora realizador Michael Brandt (quien se encargara del guion de Se Busca o El tren de las 3:10 a Yuma) se sumerge en un policial donde lo impredecible involucra a los protagonistas, pero el espectador también se convierte en cómplice y conoce quién es el villano encubierto.
Misión secreta gira alrededor de la muerte de un Senador que tiene todos los signos de un asesino soviético, cuyo nombre en clave es Cassius y a quien se creía muerto hace veinte años.
Mientras un agente retirado de la CIA (Richard Gere) descansa de la acción, es llamado para unirse a un joven agente del FBI (Topher Grace, Depredadores) y ambos se lanzan tras los pasos del criminal.
La historia del "gato y el ratón" se repite en esta producción en la que ámbos se encontrarán "cara a cara". La película transcurre sin sobresaltos, pero con una dirección correcta y una creíble interpretación por parte de Gere, no así del actor Topher Grace.
El relato lleva al espectador al pasado a través del recurso del "flashback" (llama la atención que al protagonista se lo ve sin mayores cambios) y, a pesar de algunos detalles, Misión Secreta se disfruta y resulta entretenida. El film marca el suspenso a cada paso (la búsqueda del asesino serial) y sigue las convenciones del género. Y hasta se guarda un as bajo la manga.