Berreta pero funcional
La nueva película con Richard Gere es un policial de estilo televisivo. Flashbacks con otro tratamiento de imagen, explicaciones verbales para reforzar la imagen y todos los estereotipos que puedan imaginarse entre norteamericanos y rusos. Sin embargo, Misión secreta (The double, 2011) funciona por tener los giros narrativos necesarios para mantener la atención del espectador hasta el final del relato.
Richard Gere interpreta a un ex agente de la CIA encubierto. Retirado y en soledad pasa sus días asistiendo a partidos de beisbol como todo buen norteamericano. Al reaparecer un asesino de los tiempos de la Guerra Fría es tentado por su ex jefe (Martin Sheen) a reincorporarse y trabajar con un joven compañero de la agencia de inteligencia (Topher Grace). El hombre buscado es Cassius, un personaje sin rostro por ser un doble agente. Entre los vericuetos de la trama, todos pueden llegar a ser el asesino, incluso los mismos protagonistas.
Esta película que le quedaría mejor a Steven Seagal por el tipo de producción absolutamente esquematizada, tiene un par de problemas en su concepción: primero Richard Gere no tiene el rostro para ser ambiguo como la trama requiere. Para creerse que Richard Gere pueda llegar a ser asesino tendría que tener al menos dos gestos en su cara. Y no los tiene.
La otra cuestión es la convencional utilización de estereotipos para plantear buenos y malos. Los americanos son hombres de familia y sostienen las buenas costumbres yankies. El beisbol, la familia y la bandera estadounidense estan ligadas por montaje en varias escenas. Oponiéndose por contraste están los rusos: tipos musculosos, solitarios, tatuados y brutos en el trato. Demasiados clichés.
Y todo esto sin tener en cuenta que remontar una trama de espionaje hoy en día, presentando a Rusia como una amenza para Estados Unidos es tan ridículo como el acento ruso de Richard Gere. Ahora, si uno puede sortear todos estos factores inverosimiles, puede llegar a engancharse con la historia que se cuenta y pasar un buen rato.
Misión secreta no es más que eso. Una película policial ultra convencional con una estrella de Hollywood y una historia más o menos atractiva. No esperen más porque no lo hay.