Si bien al Truco se juega con tres cartas, tanto el experto como el novato saben que cada mano puede resolverse con dos. El buen jugador es capaz de crear misterio, mentir y generar tanta expectativa como sea posible con su naipe restante. El inexperto se apura, muestra lo que tiene demasiado pronto y anula cualquier posibilidad de rescatar más puntos. En el caso en que uno tenga dos cartas muy altas y una baja, una mano ideal resultaría de intercalar una de las primeras con la segunda, llevando a que el resultado final se decida con la que queda bajo la manga. Es que descubrir todo muy rápido no solo llevaría a ganar menos, sino que dejaría sin ningún tipo de valor al naipe restante. Un caso así se produce con The Double, una película que revela su ancho de espadas a los veinte minutos (sin contar que ya lo había hecho desde el trailer) guardándose para el desarrollo una mano con poco de interesante.
Michael Brandt y Derek Haas, dupla detrás de los guiones de 2 Fast 2 Furious, Wanted y 3:10 to Yuma (su mejor trabajo), regresan a la carga con este film que supone el debut como director del primero. Entregan una propuesta con el trasfondo de la siempre bienvenida Guerra Fría, pero resultan incapaces de explotar el suspenso que el tema es capaz de generar. Si bien está dotada de secuencias de acción muy bien manejadas, diálogos coherentes y un apreciable duelo generacional entre Richard Gere y Topher Grace, la película solo se sostiene pidiéndole al espectador que no piense. Es que, en caso de que lo haga, puede desbaratar todo el desarrollo con una simple pregunta.
No sería esta la primera vez que un personaje ridiculiza al sistema de seguridad nacional, una de las claves de la Guerra Fría, y de su cine, es la inteligencia y la contrainteligencia, con enemigos en casa y villanos que de tan públicos se vuelven invisibles. El problema es que los planteos del protagonista y sus herramientas de disuasión son tan burdas y obvias que el engaño resulta inexplicable y, en ese sentido, una torpeza por parte de los realizadores. Si a esto se suma el gran problema que supone para ambos la construcción de un enigma, develando el misterio faltando una hora para los créditos y guardándose para el cierre algunos giros menores, The Double se verá como una oportunidad malograda que de secreta, como plantea el título en español, no tiene nada.